Picante y dulce a la vez
Con su icónica e inimitable imagen ofrece versatilidad y confort con una deportividad algo ‘aburguesada’
Ha cumplido sesenta años y pese a su espíritu jovial, su carismática personalidad y su entrañable simpatía, el Mini actual ha evolucionado para adaptarse a los tiempos y las exigencias actuales. Ha ganado en comodidad, habitabilidad y funcionalidad. También su equipamiento tecnológico y de seguridad es de primer nivel pero ya no es el mismo de antes... Hace ya tiempo que perdió ese particular espíritu algo rebelde y contestatario tan propio de la juventud. Su posicionamiento comercial lo ha situado cada vez más en el segmento prémium urbano, alejándolo de la tradicional deportividad y popularidad del concepto original, dotado de una extrema ligereza, de dimensiones muy compactas y de sensaciones de conducción puras y directas. Su paulatino crecimiento –que se adivina como algo forzado y antinatural en la versión de cinco puertas, con unas proporciones nada favorecedoras– ha desvirtuado demasiado la esencia del modelo. También la ganancia de peso, un peaje inevitable para estar a la altura de los rivales de prestigio en sofisticación y equipamiento, juega en su contra. Las reacciones ya no son tan ágiles y espontáneas como antes, todo parece estar más filtrado y matizado, lo que enmascara demasiado el clásico brío y el genio mecánico del que hacían gala las versiones más prestacionales de las series iniciales (R50, R53 y R56).
Sello inconfundible
El pequeño utilitario británico ya no es ni tan pequeño, ni tan utilitario, ni tan británico. En su variante Cooper S, la carrocería de cinco puertas llega a los 4 metros de longitud, un dato, sin embargo, que no se traduce en un habitáculo especialmente amplio. Al contrario, resulta bastante angosto. El espacio no abunda y el diseño de sus componentes interiores resulta bastante invasivo: elementos como su ancho volante, sus voluminosos asientos y los abultados revestimientos limitan la movilidad generando una cierta sensación de constreñimiento interior tanto delante como atrás.
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Prémium. Equipamiento muy completo, interior cuidado y visualmente deportivo y distinguido. Diseño marca de la casa.
Uso dual. Es dulce y picante a la vez: puede ser formal y educado en ciudad o travieso y gamberro en carretera. Niño bueno o chico malo.