GINO RUBERT, LA MEJOR
Antes de entrar en las aventuras y rutinas del 2020, recordaré lo más destacado del año 2019 en el ámbito artístico barcelonés. La mejor exposición de arte contemporáneo en una galería privada fue la de Gino Rubert en Senda, con dos grandes retablos coloristas y fiesteros que fueron adquiridos por un coleccionista alemán. Me encantaría ver obras así en el Macba y en el MNAC (ver imagen). Menciones especiales: las fotomicrografías de lágrimas de Sasha R. Gregor en Chez Xefo y la pintura de Xevi Solà en Esther Montoriol. Tres rescates históricos: Magda Bolumar y Léon Tutundjian en Marc Domènech y el diálogo Zóbel-Chillida en Mayoral. Felicitación especial y premio virtual “Cuando uno es joven, lo es toda la vida”, a Luis Gordillo, por su obra reciente.
En museos y centros de arte de Barcelona se celebraron exposiciones sobresalientes, de interés internacional. La belleza de las líneas. Fotografías de la colección Gilman y González-Falla (Foto Colectania) es una de las mejores muestras fotográficas que se han visto en nuestro país. Igualmente memorables las de Christian Marclay en el Macba, August Sander en la Virreina y Berenice Abbott en la Fundación Mapfre. Y necesarias las de Bill Viola en la Pedrera, Oriol Maspons en el MNAC y Cámara y ciudad y Max Beckmann en CaixaForum.
Protesta contra Sackler bres. Del mismo modo ha pasado con las minorías étnicas y las diversidades sociales, porque un cierto canon se ha roto y las programaciones artísticas de museos han evolucionado con nuevos enfoques. En consecuencia, hemos visto como en las subastas determinadas cotizaciones de artistas de los citados colectivos se revalorizaban exponencialmente.
El segundo está intrincado con la filantropía y el valor ético que damos al coleccionismo. Más allá de directivas sobre el blanqueo de capitales, la sociedad ha manifestado de forma tajante que el origen de los fondos que financien los museos deben ser éticos, y ya no valen las donaciones de empresas que no respeten el medio ambiente, por ejemplo, para lavar su imagen socialmente. De la misma forma, para estar en los consejos tienen que ser modélicos en sus conductas. Los Sackler han sido el paradigma de la caída en desgracia por sus malas prácticas en el sector farmacéutico. (Continuará).