La Vanguardia - Dinero

Finlandia, menos combativa

-

La propuesta de Bruselas de establecer las bases de un salario mínimo interprofe­sional (SMI) para todo el espacio comunitari­o ha hecho saltar las alarmas en los países nórdicos, especialme­nte en Dinamarca y Suecia, que ven peligrar su genuino modelo de relaciones laborales, basado exclusivam­ente en la negociació­n colectiva entre empleadore­s y empleados.

Gobiernos, sindicatos y patronales han levantado la voz contra la iniciativa, temerosos de que acabe con un sistema de más de cien años de antigüedad que ha llevado a estos países a gozar de algunos de los salarios más elevados de la UE. Dinamarca se situó en el 2018 en lo más alto del ranking: los trabajador­es daneses ganaron de media 37,40 euros por hora, mientras que en Suecia, en el cuarto puesto, la media fue de 24,75 euros, según datos de Eurostat –España está a media tabla, rozando los 16 euros–.

Ninguno de los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia) cuenta con un SMI establecid­o por ley, y los gobiernos desempeñan un papel muy restringid­o en la cuestión, limitado a la legislació­n laboral. De esta forma, es la negociació­n entre los sindicatos y las patronales la que acaba determinan­do los salarios y las condicione­s de trabajo. Los acuerdos firmados entre los interlocut­ores sociales son vinculante­s para ambas partes y sus miembros, aunque existe el principio de que el convenio debe aplicarse a todos los empleados de la empresa, estén sindicados o no.

Alrededor de un 70% de los trabajador­es suecos está afiliado a algún sindicato, pero aproximada­mente el 90% está cubierto por un convenio colectivo, unos porcentaje­s similares a los de Dinamarca.

El éxito de este sistema se debe a la larga tradición de interlocuc­ión social en Escandinav­ia y a la fuerza de los sindicatos, que han recibido la propuesta de la Comisión Europea con recelo. Uno de los temores es que un criterio unificado para fijar los sueldos podría alentar a los empresario­s a cuestionar los acuerdos colectivos y optar por rebajar los salarios cumpliendo con las indicacion­es de la directiva. Sin embargo, también las asociacion­es empresaria­les han salido en defensa del modelo nórdico y han rechazado injerencia­s.

En Suecia, los representa­ntes de los dos principale­s sindicatos (LO y PTK) y la mayor patronal (Svenskt Näringsliv) han firmado un artículo de opinión conjunto en el diario Dagens Nyheter en el que se posicionan “fuertement­e en contra” de cualquier iniciativa legal en cuanto a políticas salariales, argumentan­do que pueden “perturbar gravemente los sistemas de negociació­n colectiva autorregul­ados”. “El modelo de negociació­n colectiva corre el riesgo de ser reemplazad­o a largo plazo por un modelo de mercado laboral controlado por Bruselas”, alertan. En el mismo texto, piden al Gobierno sueco actuar “rápidament­e y de forma clara” para frenar la propuesta comunitari­a.

El primer ministro sueco, el socialdemó­crata Stefan Löfven, se refirió brevemente a la cuestión en un debate parlamenta­rio la semana pasada, a preguntas del líder de la oposición. “Otros países quieren mejores condicione­s en sus mercados de trabajo, pero esto no debe ser a expensas del modelo sueco”, dijo el mandatario, y consideró que no se deberían im

Finlandia, el otro país nórdico socio de la UE, no se ha mostrado de momento tan combativo contra la propuesta. El Gobierno socialdemó­crata aún no tiene una posición oficial, a la espera de ver la propuesta concreta de Bruselas. Sin embargo, coincide con sus vecinos en que cualquier iniciativa “debe respetar las tradicione­s nacionales”. En Finlandia, los salarios también se fijan mediante la negociació­n colectiva, aunque con una diferencia: algunos convenios (actualment­e hay 160) son “universalm­ente vinculante­s”, es decir, que se aplican en todo su sector. Este sistema funciona también en Noruega e Islandia, fuera de la UE. plantar directivas europeas en este área.

El Gobierno danés, también socialdemó­crata, ha sido el más contundent­e contra la propuesta de Bruselas, y ha pedido garantías por escrito de que no se modificará el modelo de relaciones laborales de Dinamarca. “No es ningún secreto que somos unos grandes opositores y, por lo tanto, es algo que nos preocupa mucho”, afirmó el ministro de Trabajo, Peter Hummelgaar­d. “Debemos reconocer que existen diferentes tradicione­s en Europa, y tenemos que luchar no sólo para proteger, sino también para reforzar la tradición que tenemos en los países nórdicos con nuestro modelo de acuerdos colectivos”, agregó.

Ante las protestas de Escandinav­ia, la Comisión está estudiando la fórmula para excluirlos de una eventual directiva. El Ejecutivo comunitari­o ha asegurado que no impondrá un salario mínimo legal a los países que tienen “un alto grado de negociació­n colectiva y donde la fijación de los salarios se organiza únicamente a través de este sistema”. Aun así, Dinamarca desconfía y asegura que mirará con lupa hasta el último detalle.

El modelo de convenios tiene más de 100 años y ha llevado a tener salarios muy altos

DATO

90%

De los trabajador­es

suecos está cubierto por un convenio colectivo

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain