La gran ocasión para las firmas europeas
La sueca Ericsson y la finlandesa Nokia parten con ventaja en un hipotético veto a la tecnológica asiática
Barcelona
Maldivas, Suiza, Indonesia, Rumanía. También en potencias como Alemania o Reino Unido, en el corazón europeo. Y, cómo no, en China. Huawei ha puesto la firma de su tecnología 5G en países de medio mundo. Uno de los campeones nacionales del Imperio del Centro ha sabido ganarse al mercado mientras en Washington más de uno se lleva las manos a la cabeza. Con Donald Trump al frente, Estados Unidos lleva años alertando contra la compañía asiática, a la que como mínimo iguala al peor de los males. Alerta de espionajes a través de sus equipos, robo de datos que acaban en China o violaciones básicas de privacidad, sin mayores pruebas.
Mejor prevenir que curar, piensan al otro lado del Atlántico. De ahí su cruzada para que sus aliados europeos prescindan de Huawei en cualquier proceso del despliegue del 5G, aún incipiente en varios países, como España. No quiere que sus comunicaciones en territorio extranjero estén en manos sospechosas. La pregunta es clara: ¿es posible? La sensación que se ha extendido es que el 5G es con Huawei o nada. La realidad es distinta: Ericsson, Nokia o Samsung son los grandes fabricantes que no sólo le hacen sombra, sino que le vencen de largo en algunos mercados, como América. Las mismas que supieron dominar el mundo del móvil vuelven a decir “presente”.
Según cifras de la consultora IHS Markit, entre las cuatro se reparten cerca del 90% del mercado de telecomunicaciones. Si se toman como medida los ingresos por los equipos en todas las redes, Huawei lidera a escala global (32% de cuota hasta el tercer trimestre del año pasado), seguida de Ericsson (24%) y ya más relegadas Nokia (20%) y Samsung (11,6%). El quinto en discordia es la también china ZTE (11,1%), otro actor denostado por EE.UU. El poder también se está midiendo en número de contratos cerrados. Con los datos más recientes que ofrece cada una, Huawei afirma contar con