La farmacéutica y el ingeniero antiarrugas
Segle Clinical renace como marca de cosmética farmacéutica antienvejecimiento tras una importante apuesta por la I+D
A Mónica Lizondo, farmacéutica de profesión, y a su marido, Alfonso Fuertes, ingeniero industrial, la vida les ofreció la oportunidad de comprar la marca de cosmética Segle Clinical, en el 2017, y no dejaron pasar el tren. Desde entonces, han realizado una importante apuesta en I+D y han invertido en la empresa más de medio millón de euros –obtenidos en dos rondas de financiación–, más parte de sus ahorros. De la marca que compraron, “sólo quedan los nombres de los productos”, asegura Fuertes.
Segle Clinical es una firma de cosmética farmacéutica antienvejecimiento. “Nuestros productos actúan con más eficiencia que la cosmética clásica por su alta concentración de activos y porque trabajamos con activos biotecnológicos, como células madre, que actúan a nivel del ADN de la piel”, afirma Lizondo. La propia cofundadora es quien elabora las fórmulas gracias a sus conocimientos en farmacia.
Los productos de Segle Clinical son fabricados en Barcelona por empresas terceras. Las ventas, con un rango de precios de entre 29 y 50 euros, tienen lugar en farmacias de toda España. Desde hace un par de años, Lizondo y Fuertes venden también a México y están intentando introducirse en más mercados de América Latina y Europa del Este. El año pasado alcanzaron el millón de euros de facturación.
Con sede en Barcelona, la empresa cuenta con un equipo de diez personas. Fue acelerada por Lanzadera, la aceleradora e incubadora de start-ups impulsada por el presidente de la cadena de supermercados Mercadona, Juan Roig. La empresa ha participado en la quinta edición del programa Wegrow 2020, en el que ha recibido el apoyo de un grupo de mentores del Iese.