Otro pacto de la Moncloa
Pedro Sánchez empieza a asumir que la crisis de la Covid-19 se lleva por delante al Gobierno. Las encuestas ya reflejan un fuerte desgaste. Ante esta situación, es consciente de que su única tabla de salvación sería unos nuevos pactos de la Moncloa como los que puso en marcha Adolfo Suárez en 1977 cuando la situación económica era tan mala que amenazaba con tumbarle. medidas se tomaron tarde y mal. El error de diagnóstico se repite de nuevo con la economía, y no es porque no estén avisados.
Es evidente que las empresas son las únicas que nos pueden sacar de ésta con la ayuda de Europa. Pero necesitan un marco laboral, fiscal y financiero propicio para funcionar. Las medidas económicas tenían que haberse consensuado. Siempre da mejor resultado convencer que imponer. Si se hubiese dejado flexibilidad para que los trabajadores acordaran las medidas que debían adoptar con su empresa para salvaguardar su salud y su empleo, no me cabe duda de que habrían alcanzado acuerdos razonables. ¡Pero no! Se impuso la tesis de que lo primero era evitar el contagio para salvar vidas y, después, salvar a las empresas, como si ambas cosas fuesen incompatibles. De hecho, tenemos que reconocer de una vez que son las empresas las que están salvando vidas.
Es difícil guardar el equilibrio entre el derecho a la salud y el derecho al trabajo. En otros países lo han conseguido porque confían en sus emprendedores. En España, no, se ha humillado y vilipendiado a los patronos, como se han encargado de denunciar las asociaciones empresariales.
Exactamente lo mismo sucede con la ayuda europea. Quien pide dinero tiene que hacerlo con humildad y no con soberbia. Si el discurso dominante es que no se van a pagar las deudas y se acusa a quienes sanearon las cuentas públicas de “austericidas”, malo. Y si, para colmo, no cumplimos con los objetivos de deuda y de déficit pactado, pues credibilidad cero.