Decepcionante
La crisis del 2008 puso de manifiesto que España no tenía un sistema financiero tan solvente como se nos decía. De la misma forma que la Covid-19 ha desvelado cómo nuestro sistema sanitario, uno de los mejores del mundo, pese al titánico esfuerzo de los profesionales de la salud, se ha desbordado. Algo parecido leha pasado al mercado del arte: la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto que, cerradas las galerías, no se habían hecho los deberes para estructurar un auténtico canal de ventas online que fuese atractivo y eficiente.
Aceptando que la experiencia del arte es mayoritariamente presencial, en el último artículo hablábamos de las expectativas generadas por la plataforma online de Art Basel para suplir la cancelación de su edición de Hong Kong. Bien, edición de Hong Kong, suspendida por la Covid-19
pues, ¡menuda decepción! Uno pensaría que, por tratarse de la feria líder en el sector, su ambición en proporcionar a los galeristas una plataforma de venta sería exquisitamente innovadora. En realidad, no llegaba ni a la de Artsy ni a las viewing rooms que Gagosian o Zwirner han desarrollado en los últimos años. Más allá de que el primer día el sistema no funcionó durante media hora, la interfaz se limitaba a un plano fijo representando una pared y un banco en el que las obras se iban disponiendo de forma correlativa, con poca información más allá de la clásica cartela. Ninguna capacidad para mostrar las esculturas en 3D, cero aprovechamiento de los recursos para visionar obras de videoarte, confusión en el buscador donde se mezclaban técnica, precio y trayectoria del artista... Por no hablar de la opacidad en los precios. ¿O es que “de 100.001 a 250.000 dólares” da indicaciones claras de si una obra está cara o barata?
Igual que hay una experiencia presencial del arte puede haber una sofisticada y seductora experiencia digital. Y la que hemos tenido estos días de confinamiento visitando webs de galerías, y, por extensión, de grandes museos, es, en términos generales, francamente decepcionante.