De héroes y villanos
Esta historia va de héroes en acción y estáticos villanos de la política, sin importar que vistan con corbata o camiseta. Visualicemos nuestro propio mundo, paralizado por la tremenda pandemia ocasionada por el coronavirus. En tan maravilloso planeta, existen multitud de superpersonas que comparten la característica común del movimiento. Vamos a intentar poner en valor que nuestros ancestros inventaron la rueda, un elemento vital para facilitar los desplazamientos.
Cuando dejen de estar prohibidos, millones de abrazos merecerán los representantes del sector sanitario que acuden cotidianamente a trabajar, y poco importa que vayan en coche, moto, a pie, en patinete o incluso gratis a bordo de un taxi solidario. Lejos de los hospitales, los tractores de los agricultores y la industria de alimentación no abandonan jamás la misión de proporcionar comida. Pero de poco serviría elaborar víveres si no existiera una legión de camiones y furgonetas dispuesta a repartirlos donde sea necesario.
Con el paso de los días, seguro que a algún ciudadano le han entrado ganas de besar a los integrantes de los cuerpos policiales, que para cumplir mucho mejor su cometido cuentan con las ruedas de sus vehículos como aliadas. Pero ante la talla de los héroes reales, contrasta la calaña de una especie política que merece malgastar poca tinta. Tales villanos no han dudado en aprovechar la ocasión con el fin de intentar obtener futuros beneficios electorales. Ni siquiera el Covid-19 ha servido para que entiendan de qué va la vida.