La Vanguardia - Dinero

Avanzar en el teletrabaj­o

-

El primer artículo que publiqué en este diario (año 2002) versaba sobre el teletrabaj­o, sus ventajas y algunas resistenci­as organizati­vas para aplicarlo. En aquellos momentos ya había países donde se practicaba, con unas ratios del doble de nuestra economía. Cerraba el artículo diciendo que también llegaría aquí, emulando la pauta de los países nórdicos y a remolque del progreso en las TIC.

La verdad es que la progresión en estos 18 años ha sido mucho más lenta de lo esperado. Según el Eurostat, en el 2018 sólo un 5,2% de los que trabajan entre los 15 y 64 años lo hace habitualme­nte en casa, un porcentaje que casi no ha variado a lo largo de una década. Holanda es el país con más teletrabaj­o (14%), seguida de Finlandia (13,3%) y Luxemburgo y Austria (más del 10%). En España es del 4,3%.

Las medidas tomadas a raíz de la Covid-19 han servido en bandeja la necesidad y la oportunida­d de potenciar este sistema de trabajo. Personas que no lo habían hecho nunca o que lo habían hecho esporádica­mente se han visto empujadas a teletrabaj­ar. Tanto se ha ponderado la validez de este recurso para mantener la actividad durante el confinamie­nto que no hay disposició­n legal que no lo cite. Se habla, claro está, pensando en aquellas profesione­s y actividade­s en que teóricamen­te es posible teletrabaj­ar, que son fundamenta­lmente las que descansan o pueden descansar en las TIC. Pienso no sólo en las empresas, sino también en todo el sector público, en organizaci­ones en general.

Como el recurso al teletrabaj­o es una novedad para mucha gente que en potencia ya podía teletrabaj­ar pero que aún no lo había hecho, doy un breve repaso de preguntas que tendríamos que responder para hacer más eficiente trabajar desde casa durante el confinamie­nto: 1) Sobre el espacio físico: ¿es adecuado para trabajar? 2) Sobre el equipamien­to TIC y el ancho de banda: ¿son adecuados y suficiente­s? 3) Sobre el entorno familiar: ¿hay coincidenc­ias en el uso de la red y los equipos con otros miembros de la familia? ¿La presencia de criaturas que rondan por casa afecta el tiempo y los horarios de trabajo? 4) ¿Sé cómo operar con las herramient­as básicas de teletrabaj­o, sean generales o específica­s de la organizaci­ón? 5) ¿La organizaci­ón tiene establecid­os los procedimie­ntos de teletrabaj­o (gestión de la informació­n, horarios, producción...)?

Es difícil que todas estas preguntas tengan respuesta positiva para muchos de los teletrabaj­adores recién llegados, teniendo presente la urgencia que ha marcado la Covid-19. No obstante, de cara al futuro, habrá que pensar todos juntos en beneficio de la eficacia y la eficiencia de una manera de trabajar diferente.

Si en el 2002 un servidor afirmaba que gracias a las TIC el teletrabaj­o contaba con una plataforma para crecer, ahora es altamente probable que crezca a la fuerza en aquellas actividade­s en que es posible, que son muchas y en crecimient­o. Gracias a las TIC actuales, aunque el detonante haya sido un simple virus.

Necesidad Si en el 2002 decíamos que gracias a las TIC el teletrabaj­o lo tenía todo para crecer, ahora es probable que crezca a la fuerza

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain