Sin eventos, toca salvar vidas
Ante la paralización de la actividad ferial y el turismo de congresos y convenciones, Fira Barcelona y el CCIB son ejemplos de máxima reconversión hacia la ayuda social
La crisis sanitaria del coronavirus ha golpeado con extrema dureza una larga lista de sectores económicos. La organización de ferias, congresos, convenciones y actos en general, por su característica de congregar un importante número de personas a su alrededor, ha sido de las actividades más afectadas tras la expansión del virus entre la población y, por supuesto, con la entrada en vigor del estado de alarma en España. En Barcelona, motor nacional e internacional en la celebración de eventos de primer nivel y la generación de negocio, tanto Fira Barcelona como el Centre de Convencions Internacional de Barcelona han paralizado al 100% toda su actividad sine die. Pero no se han detenido. Siguen trabajando: sólo cambia el propósito. Porque el corazón sigue latiendo; el cerebro, pensando, y los músculos, moviéndose para reconvertirse y cambiar la actividad empresarial habitual en otra absolutamente social y solidaria.
Porque sin eventos, conviene ayudar. Sin eventos, toca salvar vidas.
Fira Barcelona no para. Parte de su superficie está ocupada, pero con un aspecto diametralmente opuesto al habitual. Sin stands montados, ahora, el foco es otro. “Esta situación excepcional nos obliga a priorizar la actuación sanitaria y el bienestar de las personas”, explica su director general, Constantí Serrallonga, “sin olvidar el motor económico y social que desempeña la institución”. De esta manera, en consonancia con la transformación acaecida en multitud de empresas y organizaciones en este periodo de emergencia sanitaria, Fira Barcelona ha implementado una serie de medidas para ayudar, en diferentes líneas, a paliar los efectos negativos de la pandemia.
La puesta en funcionamiento de un hospital temporal es una de las acciones más notorias, mediáticas y, sobre todo, imprescindibles para facilitar una cierta descongestión del sistema sanitario con la atención de hasta 300 pacientes; una cifra que podría ampliarse hasta los 1.000 en caso de ser necesario. El equipamiento recibe el nombre de hospital Fira Salut y ocupa el pabellón 4 del recinto de Gran Via de Fira Barcelona desde el pasado 14 de abril. “Contar con este recurso puede permitir afrontar un posible repunte de casos de Covid-19, una vez terminado el confinamiento, y ayudará a los hospitales del territorio a regresar antes a su actividad asistencial normal”, señalan desde el Departament de Salut. Bajo la responsabilidad del hospital Universitari de Bell
Metros cuadrados de centro de acogida El palacio 7 del recinto de Montjuïc se ha habilitado como centro de acogida para personas en situación vulnerable. Gestionado por la Cruz Roja y la Fundación Salut y Comunicat, cuenta con 450 plazas vitge, el recinto acogerá a personas contagiadas procedentes de diferentes centros sanitarios del área metropolitana sur de Barcelona. Los responsables prevén que los pacientes acogidos serán aquellos que hayan superado la fase aguda de la enfermedad, se encuentren estables y con un pronóstico de evolución favorable.
Y si el pabellón 4 de Gran Via es un hospital de campaña, el Palacio 7 del recinto de Montjuïc se ha habilitado como centro de acogida para personas en situación de vulnerabilidad. El equipamiento cuenta con 6.000 metros cuadrados para atender a 450 personas sin hogar que habitualmente duermen en albergues o en la misma calle, si bien tanto Fira Barcelona como el Consistorio esperan ampliar el número de plazas hasta las 650. El recinto dispone de espacios de descanso, alimentación, lavandería e higiene gestionados por un equipo de profesionales multidisciplinares que organizan actividades para hacer más ameno el confinamiento.
El compromiso de Fira Barcelona también se refleja en la colaboración con la oenegé Nutrición sin Fronteras para donar más de 2.000 kilogramos de alimentos a diferentes comedores y centros sociales del área metropolitana de la ciudad. Esta saturación en los centros es la que ha llevado también a Gastrofira, el departamento interno de catering de Fira, a distribuir más de 17.000 raciones elaboradas en sus cocinas entre hospitales y residencias. “Sumamos esfuerzos y asumimos más que nunca nuestro compromiso con el territorio y la sociedad con el objetivo de ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a paliar esta pandemia y contribuir a superar esta situación excepcional”, confiesa Pau Relat, presidente de Fira Barcelona.
El Centre de Convencions Internacional de Barcelona tampoco se detiene. Tras el cese temporal de la agenda habitual, el centro ha puesto a disposición de la ciudad sus 11.000 metros cuadrados de superficie y 3.000 metros cuadrados de cocina para reconvertirse en una plataforma
“Esta crisis sanitaria obliga a priorizar la actuación sanitaria y el bienestar de las personas”
“Todo esta labor social y humana es el mejor evento que podemos hacer este año, y no vamos a parar”
logística de recepción y distribución de material para residencias y centros asistenciales de Catalunya. “Entramos en estado de shock cuando todo se paralizó por completo, pero ahora estamos volcados en esta vertiente social”, afirma el director, Marc Rodríguez. Desde el 29 de marzo, el CCIB ha recepcionado equipos de primera necesidad como mascarillas, guantes, batas y otros kits de protección para el personal sanitario procedentes de China y Hong Kong, que posteriormente, a partir de las comandas recibidas, se reparten entre los centros. “El retorno humano es muy grande, todos estamos muy concienciados en ayudar”, insiste Rodríguez. Y sentencia: “Este es el mejor evento que podemos realizar este año, aunque todavía deberemos hacer más cosas. Y las haremos”.