PIB y emisiones de CO ya no van de la mano
La gran recesión del 2008 marca el inicio de un desacoplamiento que la crisis de la Covid-19 debe reforzar
El producto interior bruto (PIB) español lleva creciendo ininterrumpidamente desde el 2013, año que marca el inicio de la recuperación de la crisis financiera del 2008. Lo destacable es que, por primera vez, este crecimiento se ha producido sin que hayan aumentado las emisiones de dióxido de carbono (CO ), principal gas responsable del calentamiento global. Es más, durante este periodo de tiempo, las emisiones de CO no sólo no se han incrementado, sino que han ido reduciéndose paulatinamente. Algo inaudito hasta ahora puesto que, previamente a la crisis del 2008, PIB y emisiones habían evolucionado siempre de forma paralela (ver gráfico).
¿Qué lo ha hecho posible? Marcos Castro, miembro del Observatorio de la Sostenibilidad y profesor en la Universidad de Málaga, apunta a dos grandes causas. En primer lugar, señala al “cambio tecnológico en los principales sectores económicos hacia el uso de energías renovables, la ecoeficiencia y la eficiencia energética”. Castro pone también énfasis en “el cambio estructural en la distribución sectorial del PIB”. “Desde el 2008 se aprecia una clara caída del peso de la construcción en el valor añadido bruto de la economía, compensada por un mayor peso del turismo y del sector de la administración pública, con un gran aumento del sector inmobiliario y el de actividades profesionales”, explica el economista.
Por sectores, “el que más ha reducido sus emisiones es el de la generación de electricidad gracias a la implementación de unas energías renovables cada vez más competitivas”, afirma Luis Robles, socio director de la consultora Liken Carbon Hub y coautor del estudio Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España 2005-2018, publicado por la Fundación Naturgy. En el otro lado de la balanza se encuentra el transporte. “Sus emisiones sólo se redujeron durante los años de crisis y volvieron a aumentar con la recuperación”, explica José Antonio Gesto, socio director de Liken Carbon Hub y coautor del informe de Naturgy.
PIB y emisiones de CO ya no van de la mano, pero se trata aún de “un desacoplamiento débil”, advierte Castro. La llamada recuperación verde, la gran esperanza para reactivar la economía europea tras la actual parálisis provocada por la Covid-19, debe reforzarlo.
“Debemos estrujarnos la cabeza e intentar lograr, por todos los medios, que crecimiento económico no conlleve un aumento de las emisiones ni destrucción de la biodiversidad”, advierte Fernando Prieto, coordinador del Observatorio de la Sostenibilidad. El economista señala que “es preciso cambiar la cesta del PIB para que sea más sostenible”, como ya sucedió en la anterior recuperación. En este sentido, Prieto advierte que habrá sectores ganadores, como el de las energías renovables, y sectores perdedores, especialmente todos aquellos relacionados con las energías fósiles (carbón, petróleo y gas).