La próxima etapa del automóvil
La industria de la electrónica explora la posibilidad de ejercer como protagonista en el sector del motor
Posiblemente los tremendos costos de desarrollo que implica la creación de la próxima generación de modelos eléctricos, forzada por la restrictiva normativa europea en materia de emisiones de gases, van a impulsar un interesante cambio de paradigma en el sector de la automoción. No en vano, con la intención de intentar recuperar buena parte de lo invertido en el nacimiento de sus coches sin emisiones, diversos fabricantes de coches han anunciado que ponen sus plataformas y la mayor parte de su tecnología ecológica al servicio de cualquier cliente que esté dispuesto a comprarlas.
Nos encontramos, pues, ante una nueva visión del universo automotriz, según la cual va a ser posible plantearse la posibilidad de firmar un coche con genética ecológica de última generación, sin que sea necesario ser una empresa consolidada en el complejo marasmo del motor. Esta revolucionaria rendija industrial es la que podría aprovechar Sony, la gigantesca compañía japonesa dedicada a la electrónica, que ha decidido agitar el interés de los aficionados a los automóviles mediante la irrupción de un coherente concept car llamado Vision-S.
Este interesante proyecto nace con la intención de poner sobre la mesa la importancia que van a tener diversos factores relacionados con la electrónica en la generación de automóviles que se avecina. Como si se tratara de un flamante ordenador o del último smartphone que se ha lanzado al mercado, el Vision-S se postula como una plataforma rodante de hardware vanguardista. De este modo, si un coche similar acabara pasando a fabricarse en serie, estaría dotado con un compendio electrónico que sería capaz de ponerse al día siempre que se desarrollaran actualizaciones destinadas a mejorar sus prestaciones en cualquier materia.
Evidentemente, en un vehículo que pretende ejercer como avanzadilla para el futuro, la conectividad debe tener un papel fundamental. En el caso del rutilante prototipo firmado por Sony, su compendio electrónico está pensado para que el hipotético propietario lo use como si fuera un espacio móvil que no implica ninguna ruptura en sus actividades. Al acceder al habitáculo, por ejemplo, el equipo musical del coche es capaz de reconocer el vídeo, la canción o la conversación mantenida a través del smartphone, con el fin de reproducir lo que sea de modo automático a través de sus altavoces.
Que el proyecto de Sony se ha ejecutado con vistas a convertirse en realidad queda reflejado mediante la plataforma rodante elegida, un factor que en el territorio del concept car no resulta imprescindible. El Vision-S es un automóvil de tracción integral, equipado con dos motores eléctricos, asociados a cada uno de los ejes, que suman una potencia de 544 CV. Según los cálculos facilitados por la empresa japonesa, podría acelerar de 0 a 100 km/ h en sólo 4,8 segundos.
El equipo musical es capaz de reconocer el smartphone para reproducir lo que sea de modo automático