Cisco, entre los operadores y la nube
Inversión, adquisiciones y propiedad intelectual son los instrumentos de la estrategia de esta compañía histórica
Las circunstancias importan. Esta conversación con Jonathan Davidson, vicepresidente senior de Cisco Systems, estaba prevista en Barcelona durante el Mobile World Congress, oportunamente suspendido. Cuatro meses después, habla desde su domicilio en el Silicon Valley sin esquivar la principal pregunta. Cisco no supo en su día montarse en la primera ola de la nube, ¿puede recuperar la iniciativa? “Realmente, hemos tenido éxito con algunos clientes, pero no suficientes para construir una base amplia con la que aspirar a una cuota importante en el mercado”.
Davidson se incorporó a Cisco en marzo del 2017. Desde entonces, le ha tocado dirigir la transformación del catálogo de productos para las redes y, lo más importante, renovar el modelo de negocio en el que se sustenta la compañía. Actualmente es el responsable de una división antes llamada Service Providers Group, rebautizada como Mass Scale Infrastructure Group. ¿Tan importante era cambiar el rótulo? “Estamos siendo testigos de la confluencia entre los operadores [esos service providers] y los hyperscalers o proveedores de servicios cloud a escala masiva.
“Esta confluencia tiene muchas manifestaciones, pero verdaderamente está en una fase precoz. Dentro de cinco años los dos bloques estarán unidos por relaciones mucho más íntimas que las que se atreven a tener ahora”. Según su pronóstico, los grandes proveedores cloud se están moviendo hacia el espacio que tradicionalmente ha sido de los operadores de redes, mientras éstos necesitan abrirse al mercado cloud. “Esa es una expectativa con la que Cisco se alinea. No podemos ignorar que nos encontramos ante un punto de inflexión en nuestro negocio con más infraestructura, más conectividad, más servicios y más aplicaciones”. Davidson acaba de enumerar los campos de actividad en los que está presente la compañía.
Para esa batalla competitiva Cisco reúne varios requisitos a su juicio esenciales: voluntad y medios de inversión para ampliar sus capacidades y apego a la propiedad intelectual en tecnologías como el silicio, las comunicaciones ópticas y la automatización de redes. La compañía no ha vacilado en hacer adquisiciones que han cambiado el perfil por la que se la conocía desde su fundación.
La pandemia ha puesto a prueba la robustez de las redes. “Internet ha soportado estos meses un volumen de tráfico desconocido y las pautas de tráfico han cambiado, al desviarse en parte a los hogares donde sus empleados están teletrabajando. De pronto todos hemos tenido que prepararnos para hacer lo que estamos haciendo usted y yo en este momento. Las redes, todas las redes, han aguantado crecimientos del 15% al 40% en el tráfico de datos”. Una parte del mérito es de Cisco, presume Davidson.
Llega la era del 5G y Cisco encuentra una segunda oportunidad. El ancho de banda de la nueva generación requiere cambios que van más allá de las estaciones base y el acceso radio, afectan al corazón de las redes y, cada vez más, apuntan a su cloudificación. El papel fundamental de Cisco se apoya en el software de orquestación, que facilita los despliegues y optimiza la inversión.
“En este momento, en todas partes se están haciendo cientos de pruebas de concepto sobre las redes 5G que los usuarios desconocen. Participamos en muchas de ellas, con la expectativa de que operadores, proveedores de cloud, corporaciones y gobiernos van a acometer y respaldar ese esfuerzo”.
La pandemia ha puesto a prueba la robustez de las redes, con grandes crecimientos de tráfico