¿Economía industrial o digital?
Por primera vez, Europa tiene recursos para invertir en la “Digitalización de las economías” y también para alcanzar una sociedad que se anticipe al cambio climático. Según The Economist, en el mundo solo existen tres países propiamente industriales: China, Alemania y Japón. Podría añadirse EE.UU., pero sólo por su fabricación y venta de armas.
En las escuelas de educación básica de Suecia se enseñan muy temprano las tecnologías digitales, aunque hasta el pasado año las niñas todavía aprendían a coser, pero eso ya forma parte del pasado. Los puertos navales del país escandinavo (municipales) apostaron por la internacionalización y de los cursos de primaria pasaron a crear escuelas politécnicas y centros para formar líderes para los mercados internacionales. Sería difícil imaginar qué habría sido de Catalunya sin la Universitat Politècnica.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores comunicó recientemente que el fondo soberano de Noruega invirtió el 3,148% en una empresa catalana especializada en los sistemas digitales 5G, con torres instaladas en Europa para las compañías de telecomunicaciones. Cellnex compite con el gigante sueco Ericsson y Nokia (Finlandia). Cuando un país tiene este tipo de empresas se crean coronas de nuevas tecnologías que se difunden a pesar del tamaño del país. Y pueden diseñarse nuevos proyectos para el FRE, Fondo para Reconstruir Europa.
El puerto de Rotterdam puede presentar proyectos al FRE porque no depende del Estado. Sus gestores los nombra el Ayuntamiento y compiten con sentido empresarial y no se debe al azar que sea el segundo puerto del mundo (China le quitó el liderazgo). Es un puerto europeo y a la vez el eje de formación de los precios del petróleo Brent y el suministro de todo tipo de metales, aunque coticen en el mercado oficial de Londres.
Empresas del Vallès han suministrado elementos para los satélites de Europa y con centros de investigación en Francia suministran el 54% de los mandos electrónicos a distancia para automoción y mecanismos digitales. Cuando Trump introdujo los aranceles punitivos tuvieron que trasladar sus fábricas a Vietnam. Lo mismo hizo otra empresa catalana que fabrica y suministra los tubos de acero trenzado para aviones y coches de gama alta que necesitan conductos capaces de aguantar altas temperaturas cuando se trata de motores de ocho cilindros y alta potencia.
En el polígono industrial de Martorell-Abrera, el grupo Gestamp suministra a las cadenas de montaje de Seat, pero se anticipó a todos con fábricas en China y se asoció con un grupo japonés para investigación y desarrollo para la industria de la automoción. Era la única forma de ganar el mercado de EE.UU.
Catalunya no pierde industria avanzada, sino que la crea y luego difunde su tecnología para mercados globales.
Estrategia En el mundo solo permanecen tres países propiamente industriales: China, Alemania y Japón