Nota simple
Es el documento imprescindible para iniciar la compra de una vivienda. Se consigue en el registro de la propiedad y contiene la información clave sobre la propiedad de la vivienda y los posibles cargos, hipotecas, embargos... que haya sobre ella. Los expertos aconsejan no entrar ninguna cantidad a cuenta si no se tiene esta información. vivienda es clave. También los alrededores, los posibles ruidos o, incluso, la ausencia de ellos, el tiempo que se tardará en desplazamientos son elementos fundamentales. Los expertos aconsejan visitar la vivienda varias ocasiones en distintas horas del día. “Hay compradores que, si no están asesorados por una agencia, optan por ir acompañados de arquitectos, fontaneros o electricistas que puedan detectar daños a tener en cuenta a la hora de cerrar el precio”, explica Maza.
En el ámbito jurídico hay que tomar las mismas precauciones. “Nunca se debe entregar ni un euro antes de tener una nota simple del Registro de la Propiedad que confirme que el vendedor es realmente el propietario y que la vivienda está libre de cargas”, aconseja José Miguel Tabarés, vicedecano y portavoz del Colegio de Registradores. “Hay que exigir que cualquier irregularidad, impago, embargo, etcétera sea subsanada antes de la compra. Porque las cargas de una vivienda las hereda el nuevo comprador”, insiste.
Una vez hechas estas comprobaciones es el momento de decantarse por la vivienda adecuada y, ya sí, firmar el contrato de arras. “Debe ser lo más simple posible. Identificar a comprador y vendedor y la cantidad de reserva”, aconseja Tabarés. En caso de que la compraventa no llegue a término el comprador perderá la cuantía entregada si ha sido él quién la ha frenado y el vendedor está obligado a pagar el doble de esa cantidad si la culpa de la no venta es suya.
Es el momento de formalizar la hipoteca. Desde la aprobación de la nueva Ley de Crédito Hipotecario, existe la obligación de que el notario revise el contrato hipotecario y explique, sin coste, las condiciones de la misma antes de firmar. Hay un plazo de 10 días con lo que puede ser revisada con calma. Además hay un punto extra de seguridad: una vez registrada la hipoteca, el registro debe encargarse de anular automáticamente cualquier cláusula que considere abusiva.
Con todo bajo control, queda una última recomendación. “No debe demorarse la inscripción del nuevo propietario en el registro. Mientras esté a nombre del antiguo propietario podrían seguir llegando cargas e incluso embargos”, advierte José Miguel Tabarés.