La fructífera alianza de drones y satélites
La catalana Hemav Factory optimiza la producción agrícola y ganadera y desarrolla proyectos de emergencia
El futuro de la agricultura y de la ganadería no está en el suelo, sino en el cielo. Y no depende precisamente del comportamiento de las nubes convencionales. La empresa catalana Hemav Factory –uno de los frutos más notables de la incubadora que la Agencia Espacial Europea tiene en el Parc Mediterrani de la Tecnologia de Castelldefels– se ha convertido en apenas cinco años en la principal empresa internacional de agricultura de precisión gracias a la combinación de la tecnología dron y satelital y en una de las invitadas estrella del primer Space Industrial Economy 5.0 Sevilla Virtual Summit, celebrado la semana pasada.
Eso la ha llevado a tener presencia en 18 países y a tener ya mapeadas y bajo control cerca de dos millones de hectáreas de cultivo, principalmente en Brasil, Argentina y Chile, aunque también en España, donde realiza un exhaustivo control de los cultivos de remolacha de Azucarera Española, además de cultivos de lechuga de grandes productores, viñas y olivares.
Desarrolladora también de un software propio de gestión agrícola, la firma realiza un seguimiento de las cosechas desde la siembra a la recolección, permitiendo determinar no sólo el número, geolocalización y situación de cada ejemplar, sino también su nivel de estrés hídrico, los niveles de nitrógeno y fitosanitarios de los cultivos y la aparición y localización de plagas. “Hemos conseguido optimizar el rendimiento de parcelas y cultivos hasta un nivel hasta ahora impensable. Podemos determinar la producción de los campos que gestionamos con una fiabilidad de entre el 94% y el 96%, además de determinar su calidad en torno a un mes antes de la cosecha. Eso no solo permite la optimización del cultivo, sino adelantar procedimientos comerciales y de logística”, explica Xavi Labrador, codirector de Hemav.
El agrícola no es el único sector en el que se han especializado. Su conocimiento del campo y la falta de proyectos de gestión similares en la ganadería también ha llevado a esta joven empresa a desarrollar un modelo propio de seguimiento y monitorización de ganado bovino y ovino de alta montaña que permite determinar el momento de parto de las reses, reduciendo su mortalidad gracias a la asistencia veterinaria y, en el peor de los casos, determinar dónde se encuentra exactamente un animal muerto para poder realizar los trámites con las aseguradoras. Asimismo, un programa específico permite establecer parcelas virtuales, sin necesidad de vallado ni de pastor eléctrico, ya incorporado en los propios animales, que sufren una microdescarga cuando se acercan al límite establecido.
Entre otros proyectos más allá del sector primario, Hemav también ha desarrollado un sistema de rastreo del mar para la oenegé Open Arms, trabaja en drones de seguridad y medicalizados dotados de inteligencia artificial que le permite determinar la presencia de personas. Desarrollarlos solo es posible –y económicamente viable– gracias a la combinación de posibilidades que ofrece la observación del dron y del satélite para ofrecer imágenes de radar, multiespectrales y de precisión. Además de la tecnología de transmisión de datos ATM (señales de voz, datos y vídeo) y la conectividad que en su caso ofrece Vodafone.
El desarrollo de la tecnología 5G permitirá dar un paso adelante al superar la actual latencia. Se podrán pilotar drones a grandes distancias mediante coordenadas y, sobre todo, la imagen que retransmite el dron podrá ser en 4K, en lugar del actual máximo de HD o Full HD. Otro aspecto, que ya escapa a la tecnología, es el marco regulatorio, que desde el 1 de enero deberá desarrollar cada Estado a partir de las normas genéricas de la UE.