Los fondos sacan brillo al riesgo
La renta variable comienza el 2021 con buenas previsiones y con entradas de capital importantes
El inicio de este 2021 está resultando, al menos para la renta variable, algo mejor de lo que se esperaba y de lo que vaticinaban algunos analistas. Sus productos han girado al alza tras un mes de diciembre de perfil neutral y un mes de noviembre de subidas espectaculares, que en algunas bolsas lograron contrarrestar las pérdidas de buena parte del año.
Los fondos han cerrado el 2020 con ligeras ganancias, un 0,7% en el conjunto del año, gracias sobre todo a la fortaleza de las apuestas de riesgo de los inversores, que han encontrado en los activos bursátiles un excelente instrumento de obtención de beneficios y una oportunidad para movilizar el ahorro, que en los últimos años se había refugiado de forma excesiva en fondos de tipo defensivo.
El giro que han tomado los acontecimientos políticos en Estados Unidos ha sido valorado muy positivamente por los mercados de acciones, ya que se prevé un cambio expansivo de la política económica bajo la nueva Administración. Los mercados han empezado ya a valorar las oportunidades que ofrecen las cotizaciones de algunas empresas, sobre todo en relación con las energías renovables y la lucha contra el cambio climático, además de las buenas perspectivas que ofrecen los sectores médico y farmacéutico en el contexto de la lucha contra la pandemia y la erradicación de la covid. Las entradas de dinero en estos primeros momentos del 2021 están en línea con las del 2020.
Hay también en el punto de mira de los analistas buenas posibilidades de crecimiento en empresas de tipo cíclico, de la misma forma que se valoran mejores trayectorias para el sector financiero, en buena medida debido a las posibilidades de un cambio de rumbo en los tipos de interés que hasta el momento han castigado severamente las cuentas y las perspectivas de estas entidades.
El cambio político y económico en Estados Unidos obliga a una mayor selectividad en las inversiones
El afianzamiento de la renta variable, en especial en Europa, es un pronóstico cada vez más consolidado en el ámbito financiero, aunque la selectividad de las inversiones será posiblemente más exigente que en el pasado. Hay sectores para los que la nueva orientación de la política económica puede no resultar tan favorable, como es el caso de las compañías tecnológicas y, por supuesto, de las petroleras.