Reconstruir Catalunya
La economía catalana tiene ahora una oportunidad para recuperarse del duro golpe de la crisis financiera, la pandemia y el ‘procés’
La crisis financiera, el procés y la pandemia han dejado la economía catalana fuertemente dañada, probablemente más que la del resto de España. Su fuerte dependencia del turismo, los elevados impuestos y la huida de grandes empresas tras el ilegal referéndum independentista han hecho mella. Ahora es el momento de la recuperación. La reducción de los contagios, el inicio de la vacunación, las ayudas económicas europeas y el inicio de un nuevo ciclo político tras las elecciones del 14-F representan una ventana de oportunidad para su reconstrucción. Está en juego su futuro. Si aprovecha las oportunidades que se presentan, volverá a ser el motor económico y tecnológico de España o, por el contrario, quedará relegada a un segundo plano.
Todos los partidos políticos sin excepción han coincidido en que ahora la prioridad es la recuperación económica. Sin embargo, el debate identitario sigue dominando la escena. Declaraciones como las de los dirigentes independentistas no dejan lugar a dudas. Todo va a seguir igual. Consideran que la huida de empresas ha sido más aparente que real porque las fábricas siguen estando donde siempre. El sector turístico se recuperará tras la pandemia. Las pymes de carácter familiar volverán a recomponerse, y al Gobierno de Madrid no le quedará más remedio que pactar las ayudas de Bruselas.
No es así como se ven las cosas desde otros ámbitos. Todos los datos indican que la economía catalana ha iniciado un claro declive que se irá agudizando si no hay un cambio de rumbo. La prioridad ahora es la economía y hay que gestionarla con rigor y eficacia. Por ejemplo, habrá que decidir la participación en los fondos de Next Generation. El Gobierno central es quien tiene la última palabra, y será Pedro Sánchez quien decidirá qué inversiones salen adelante y cuáles no. Esto va a depender en buena medida del feeling entre Madrid y Catalunya.
Para que la reconstrucción sea posible es necesario un buen diagnóstico de la situación. Desde el 1 de octubre del 2017 cerca de 6.000 empresas han trasladado su sede a