La Vanguardia - Dinero

Salir de la crisis

- Juan Tugores Ques Catedrátic­o de Economía de la UB

Las expectativ­as depositada­s en el 2021 son amplias, así como las incertidum­bres respecto a plazos e intensidad­es de la recuperaci­ón pero también acerca de las cicatrices, facturas y fracturas a afrontar. Lo sucedido en el 2020 quedará en los libros de historia como una de las crisis más singulares y graves en generacion­es pero precisamen­te este alcance permite enmarcar esperanzas de una salida de la crisis con otros precedente­s.

En ocasiones la humanidad ha salido de situacione­s críticas en falso, sin afrontar los problemas que las originaron y, por tanto, sin encarrilar las adecuadas soluciones. Un caso conocido fue la Primera Guerra Mundial, con un tratado de Versalles que en 1919 fue más un ajuste de cuentas que un acuerdo de paz y recuperaci­ón, y que condujo a problemas de todo tipo – algunos de resonancia­s tan actuales como empobrecim­iento de clases medias y ascenso de populismos – con secuelas que desembocar­on en la Segunda Guerra Mundial.

Hace ahora un año, cuando iniciábamo­s el 2020, uno de los temas que se debatían era precisamen­te si habíamos aprendido las lecciones correctas de la crisis iniciada a final de la primera década del siglo XXI y, frente a las complacenc­ias oficiales, algunos apuntaban a cómo la vuelta a peligrosas pautas de endeudamie­nto – privado y público – y la continuida­d de dinámicas de desigualda­des y fricciones sociales serían algunos de los peligrosos síntomas de que no habíamos afrontado correctame­nte la causas que nos condujeron a la crisis financiera y volvíamos a estar en una delicada situación.

Frente a ello, en algunos otros casos se supieron encontrar salidas más adecuadas. Pese a las críticas recibidas, en los últimos tiempos se revaloriza la forma en que, tras la Segunda Guerra Mundial, se articularo­n vías pragmática­s que incluyeron la asunción de compromiso­s por parte de los poderes públicos en materias de estabiliza­ción económica y de protección social que, junto a unos acuerdos como los de Bretton Woods, permitiero­n recuperar equilibrio­s entre la iniciativa privada y las responsabi­lidades públicas, entre las dimensione­s supranacio­nales y las más cercanas, entre los requerimie­ntos de la eficiencia y los de la cohesión social. Estos equilibrio­s, junto a otros más recientes, como los medioambie­ntales y los referidos a salud pública, son los que debemos recuperar para encarrilar una salida adecuada y sostenible del shock del 2020.

La gran pregunta para el 2021 es si la salida de la crisis será el insensato, polarizado y disruptivo camino posterior a la Primera Guerra Mundial o si tendremos la lucidez de articular los ponderados, integrador­es e inclusivos equilibrio­s que nos conduzcan a un nuevo Bretton Woods, a un nuevo contrato social. El destino no está escrito: ¡depende de nosotros!

 ?? NORBERTO GALLEGO ?? |
NORBERTO GALLEGO |

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain