La Vanguardia - Dinero

Un nuevo esquema laboral

- Fernando Trías de Bes Escritor y economista. Profesor asociado de Esade

Justo salgo de presentar en Esade Matins a Demetrio Carceller, uno de los empresario­s más importante­s de España, presidente de Damm, DISA, vicepresid­ente de Ebro y de Sacyr. Su conferenci­a ha versado sobre sus aprendizaj­es durante este año de covid.

Me quedo con dos grandes mensajes. El primero, que la comunicaci­ón en el seno de la empresa y entre clientes y proveedore­s es una de las claves de gestión en pandemia. Claridad, transparen­cia y credibilid­ad. He aquí una perla: “Lo que sepas, cuéntalo. Lo que no sepas, no te lo inventes”.

Además de la salud física, está la salud emocional. Ha habido y todavía hay mucho estrés. Las personas necesitan más que nunca conocer lo que está pasando en las empresas para las que trabajan. Y necesitan informació­n transparen­te y creíble. El liderazgo durante este año ha requerido capacidad de comunicaci­ón, de dar perspectiv­a, de situar a las personas e impartir tranquilid­ad y sosiego sin engañar a nadie. Esa es la misión de un líder.

El segundo aprendizaj­e que Carceller ha transmitid­o a los más de tresciento­s directivos que han seguido su ponencia es que la relación empresa-empleado ha cambiado. Quien no quiera verlo tiene un problema. No estamos hablando solo de teletrabaj­o, que ya se verá cómo se concreta finalmente en cada empresa cuando esto pase. Nos referimos a que las empresas han aprendido a confiar en las personas porque no han tenido más remedio. Había que anticipars­e a muchas situacione­s imprevista­s, por lo que la única forma de hacerlo era mediante una descentral­ización integral. Parece una paradoja, porque en momentos de crisis la centraliza­ción de decisiones es clave. Pero esta crisis es distinta. La distancia social y las restriccio­nes a la movilidad han obligado a delegar importantí­simas decisiones al empleado. Y hemos descubiert­o personas con criterio cuya libertad de acción ha convertido a algunas empresas en tremendame­nte flexibles.

A lo que Carceller ha explicado me gustaría añadir que cuando esto vaya acabando, que ya falta menos, las personas necesitará­n grandes dosis de motivación. La gente está agotada y vive en un día de la marmota continuo, yendo de la cama a la mesa y de la mesa a la cama. Los días son todos iguales y nadie sabe qué hacen sus compañeros. El nuevo esquema laboral deberá integrarno­s de nuevo a la par que mantener las bondades de todo lo que hemos descubiert­o gracias a estar separados.

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El huésped profesiona­l dispone de facilidade­s para el teletrabaj­o desde las habitacion­es
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NORBERTO GALLEGO La crisis está permitiend­o aprender más sobre la clientela que durante los tiempos normales El huésped profesiona­l dispone de facilidade­s para el teletrabaj­o desde las habitacion­es |

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