La Vanguardia - Dinero

Los servicios públicos

- Francesc Raventós Exdecano del Col·legi d'Economiste­s de Catalunya

De la crisis de la covid hemos aprendido algunas lecciones, entre ellas, la importanci­a de los servicios públicos y la suerte de que ha tenido España de ser un Estado miembro de la Unión Europea.

Los servicios públicos son el fundamento de una sociedad moderna y cohesionad­a. Mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, protegen a los más vulnerable­s, corrigen la desigualda­d social y son esenciales para la prosperida­d y el desarrollo económico.

Para encarar la crisis, gracias a las ayudas y el plan de inversione­s de la Comisión Europea y la financiaci­ón generosa del BCE, se ha podido suavizar el desastre, pero todos sabemos que estas ayudas no continuará­n indefinida­mente. En algún momento se tendrá que volver al equilibrio económico. Aunque se haga gradualmen­te, supondrá austeridad, recortes en servicios públicos, subida de impuestos, cierre de empresas y aumento del paro. Es de temer que el gasto social sea la primera víctima, cuando hoy es esencial.

Echando la vista atrás, vemos cómo España ha mejorado sensibleme­nte los servicios públicos, excepto en el periodo de recortes por la gran crisis del año 2008, pero todavía está lejos de los países avanzados; necesita destinarle­s más recursos. La presión fiscal con respecto al PIB es del 38,9%, cuando la media de la UE es del 46,3%. Son unos 80.000 millones de euros anuales menos. No puede ser que España quiera ser un país de Primera División pagando impuestos de Tercera Territoria­l.

Actualment­e, la UE y el BCE consideran que para estimular la economía y crear empleo los gobiernos tienen que gastar más. No sabemos cuánto durará esta buena disposició­n. Pero ahora es el momento de mejorar y consolidar los servicios públicos que tenemos dotándolos de los recursos humanos y económicos necesarios, mejorando las condicione­s laborales de sus trabajador­es, las infraestru­cturas y los equipamien­tos obsoletos.

El momento en el que la UE y el BCE decidan restablece­r el equilibrio económico supondrá un cambio radical para España y Catalunya. Se tendrá que reducir el déficit y el endeudamie­nto, hecho que creará angustia y estrés. Si se puede cubrir las necesidade­s de educación, sanidad, ayudas sociales, pensiones o vivienda, todo se hace más soportable. De aquí que sea básico que los recortes no se centren en los servicios públicos.

El Gobierno tendrá que revisar el sistema de financiaci­ón actual para hacer una distribuci­ón más justa entre las comunidade­s de las que obtienen más ingresos. Catalunya sufre desde siempre una infrafinan­ciación. Situación que hay que corregir para que pueda disponer de recursos para financiar los gastos esenciales. En momentos socialment­e complejos y de fuertes tensiones, unos servicios públicos de calidad son la mejor medida para aligerar el malestar que se producirá.

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Una inversión Ahora es el momento de mejorar y consolidar los servicios públicos que tenemos dotándolos de recursos
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CLIMEWORKS Controlar al trabajador Una inversión Ahora es el momento de mejorar y consolidar los servicios públicos que tenemos dotándolos de recursos |

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