Crecimiento con el talento joven
El laboratorio farmacéutico Mesoestetic cerró el 2020 con un incremento del 9% en facturación gracias a la digitalización, la expansión internacional y su equipo humano
Humildad: “No podemos etiquetar a las personas por su edad”. Reconocimiento: “Los jóvenes han sido fundamentales para nuestro crecimiento”. Y un consejo: “Vale la pena apostar por la gente joven, con talento y compromiso”. Los resultados avalan a Mesoestetic Pharma Group.
El laboratorio farmacéutico nació de la mano de Joan Carles Font –autor de las anteriores reflexiones– en 1985. En los alrededores de esa fecha, nacía también buena parte de las 150 profesionales de Mesoestetic. La compañía cumple 36 años, casi la media de edad del equipo humano. “Y el día que yo y algún otro compañero nos vayamos, la edad bajará drásticamente”, bromea. Y qué. Con sus palabras, sin titubeos ni vaciles, Font transmite ilusión y orgullo por liderar un proyecto impulsado por personas implicadas pese a las circunstancias adversas derivadas de la crisis sanitaria. El resultado, en el 2020, es positivo. La compañía cerró el ejercicio con una facturación de 36 millones de euros –triple curiosa coincidencia numérica–y un crecimiento del 9% en relación con el período anterior.
Las raíces del éxito empresarial de Mesoestetic Pharma Group, dedicado al impulso de tratamientos, productos y equipos en cosmética médica y medicina estética, son las personas. “Cuidamos de nuestros clientes, pero por supuesto de cada uno de los profesionales de esta casa”, asegura Font, quien destaca la capacidad de anticipación a la llegada de la pandemia para tomar las decisiones acertadas. Su director general habla de sexto sentido. “Para acertar y también para fallar”, eso sí. Meses antes, la compañía ejecutó una profunda reestructuración con foco en el refuerzo de la estructura comercial en el exterior; la ampliación de los perfiles dedicados a la digitalización y la comunicación, y potenciar el canal de venta online. Una vez estalla la crisis de la covid-19, la compañía trazó un plan para proteger al personal. “Hipotecas, hijos... no podíamos provocar un quebranto económico en tantas personas”, espeta el fundador. Así, la sombra del ERTE apareció ya difuminada y desapareció con la implementación de otras medidas que relajaran la caja tras las pérdidas generadas desde marzo. La dirección dividió a los proveedores en tres grupos, por orden de esencialidad para ambas partes. La idea era reajustar los plazos de pago y así generar liquidez a base de retrasar –hasta un máximo de 30 días– el pago a proveedores. También la relación estrecha profesionales formados de 130 países. La compañía impulsó durante el confinamiento la Mesoestetic Academy, mediante la cual impartió más de 60 seminarios web de formación y divulgación sobre la medicina estética con el equipo se ha alargado durante el tiempo, con un servicio de atención médica 24 horas. “Íbamos a resistir”, sentencia Font. Y así ocurrió: los meses de abril a junio registraron una caída del 23%, como consecuencia de la propia crisis y del cierre de centros estéticos y médico-estéticos, pero el segundo semestre mejoró hasta revertir el desplome y crecer hasta el 9%. “Cuando tienes un equipo joven y comprometido pasa esto”, repite. De los resultados destaca el crecimiento de la categoría domiciliaria, ligada a las restricciones aplicadas y los cierres de centros médicos y estéticos.
La internacionalización también ha sido punta de lanza en las cifras positivas. El 85% del negocio procede de la exportación a 92 países, de los cuales ocho son de nueva entrada para Mesoestetic en el 2020. La compañía ha penetrado en mercados como Azerbaiyán, Congo, Túnez o Paraguay, en un ejercicio de adaptación a la realidad de cada mercado. “Entender cómo suceden las cosas en cada país y el porqué es fundamental para abrir mercados tan diferentes”, asegura el director general, a lo que añade “el cariño, la humildad y la vocación de servicio”. Estos tres pilares abanderan una posición de fuerza en mercados exteriores consolidados como Oriente Medio, Australia, la región de Benelux, Italia, Portugal, Israel o Brasil. China, por su contra, crece de manera segura por su complejidad. Joan Carles Font destaca un hito en este mercado: registrar 37 productos en China continental. “Muchos crecen en facturación, pero cuántos pueden afirmar esa penetración en referencias, muchas de ellas hospitalarios”, espeta. Un mensaje que oculta una reflexión: “Nuestro sector es un cajón de sastre, con players menos serios que juegan no solo con la salud de las personas sino con su ilusión”, sentencia. El laboratorio farmacéutico pone en el centro a las personas: equipo humano y clientes. “Para Mesoestetic lo primero es la seguridad, lo segundo la eficacia, y lo tercero la honestidad”, asegura el fundador de la compañía, que invierte con carácter anual más del 40% de los beneficios en I+D+i. Bajo la premisa de la innovación continua, el laboratorio lanzará este año nuevas soluciones en los diferentes canales. “Prevemos un crecimiento cercano al 12% para este ejercicio”, apunta Font. En febrero, el incremento era ya del 27% en comparación con el mismo mes del 2020.
La satisfacción de la compañía es palpable. El negocio, “gestionado a la catalana” –define– recibe las miradas de fondos de inversión [“recibimos ofertas de venta cada semana”] y de otras compañías [“somos muy copiados”]. Entre los próximos retos, Mesoestetic continuará con el impulso de la formación “continua, digital, abierta y gratuita” para una mejor transmisión de conocimiento, y el desarrollo del plan de digitalización para aumentar el peso de la venta online en sus cuentas.
Joan Carles Font, fundador y director general de Mesoestetic. “Siento orgullo de Mesoestetic, es en lo personal el proyecto de mi existencia vital”
”El talento y el elevado grado de compromiso de nuestro joven equipo nos han llevado a estos grandes resultados”