Salvados por lo online
Una bajada del mercado de casi una cuarta parte respecto al año anterior no es una cifra menor. El informe de Clare McAndrew sobre el mercado global del arte del 2020 que analizábamos la semana pasada rezuma incertidumbre para este 2021 y apunta a que las consecuencias a que se enfrenta este sector fruto del impacto del coronavirus, sumado a una preocupante crisis económica, pueden ser devastadoras. Aunque esta es una crisis de características bien distintas, ya vimos lo que le costó recuperarse de la crisis sistémica del 2008.
El desplome en las ventas ha sido a nivel global y todas las capitales del arte se han visto afectadas por los efectos del virus. Pero la caída hubiese sido mucho mayor si no llega a ser porque los agentes de esta industria activaron todas las herramientas digitales a su disposición. Unas herramientas que, si bien inundaron la red de un enorme ruido mediático las primeras semanas del confinamiento, luego se convirtieron en un fantástico salvavidas que amortiguó parte del batacazo que provocó la covid con las galerías cerradas y muy pocas subastas y ferias presenciales. McAndrew nos revela que las ventas online de arte y antigüedades alcanzaron un récord a nivel global que dobló las del año anterior, llegando a los 12.400 millones de dólares, ¡lo que supone un 25% del total! Una cifra que ni las previsiones de los más optimistas defensores de lo digital