Llega la esperanza
Ha pasado un año desde que vimos en España el primer caso de covid. Ha sido un año duro, con nuestros hábitos de vida trastocados, mucho sufrimiento y mucho pesimismo. Un año para el olvido, al menos en lo económico y en lo sanitario, con recesiones históricas en EE.UU. y Europa y miles de fallecidos en todo el mundo.
Solo el balance en los mercados financieros es positivo. En estos 12 meses hemos visto cómo las masivas inyecciones de liquidez, las políticas fiscales y la escasa rentabilidad de la renta fija han apoyado el comportamiento positivo de las bolsas. Las vacunas y el comienzo de su distribución también han sido claves para que se mantenga el optimismo. Tras el colapso inicial, lo cierto es que casi todos los índices han recuperado niveles previos a la pandemia y en algunos casos se encuentran en máximos históricos.
Pero como todo lo malo en la vida, la pandemia empieza a remitir. La economía mundial se encamina a una fuerte recuperación. La demanda de las familias se verá impulsada con fuerza gracias a los ingentes programas de apoyo fiscal y a los altos niveles de ahorro acumulado. Y sobre todo, los bancos centrales mirarán durante algún tiempo al otro lado a las presiones inflacionistas.
Llega el tren del crecimiento, y no lo podemos perder. La economía española tiene que esforzarse en aprovechar los fondos europeos para modernizarse, apostar por sectores de crecimiento y ganar productividad. Solo así sentaremos las bases de un nuevo modelo de crecimiento. Porque sin duda vendrán en el futuro tiempos peores. Los bancos centrales en algún momento a partir del 2023 empezarán a mirar la inflación y ello implica retirar estímulos, y los gobiernos hablarán de reducir deuda, y esto sin duda implicará un freno al crecimiento. Así que el momento es ahora, no perdamos el tiempo.
MELIÁ H -6,76%