Cosmética al más puro estilo mediterráneo
Biogründl está especializada en materias activas de origen vegetal y, preferiblemente, de cultivo ecológico o silvestres
Ruth Margalef trabajaba en el departamento de I+D de una empresa de productos de cosmética de la que su padre es copropietario. Detectó que el consumidor final se empezaba a interesar por el origen de los ingredientes de estos productos y decidió probar suerte fundando, por su cuenta, Biogründl en el 2002. Con la creación de esta compañía, hace casi 20 años, se convirtió en una de las pioneras en apostar por las materias activas de origen vegetal y pasó a ser proveedora de empresas como la de su padre.
Olivos, almendros, corcho, vid, algas marinas, así como hierbas como el tomillo, el romero o té de roca, todos ellos árboles o plantas típicamente mediterráneos, son la base de los principios activos que Biogründl elabora a medida para sus clientes. Priorizan las materias de origen vegetal frente a las sintéticas y las obtenidas de animales y, siempre que sea posible, obtenidas a partir de materiales de origen ecológico o silvestre, frente a las que son de cultivo tradicional.
“Son ingredientes cosméticos de alto valor añadido, cultivados de forma sostenible y de proximidad”, señala la empresaria. Con sede en Sant Vicenç dels Horts y una plantilla de una veintena de personas, cuenta con varias hectáreas de cultivo, un jardín botánico y un centro de interpretación en varias localidades de la provincia de Tarragona. Pronto abandonarán las instalaciones de Sant Vicenç para trasladarse a Gavà, donde
Ruth Margalef es ingeniera química y ha trabajado toda su vida en el sector de la cosmética han construido una nueva planta de producción. Como curiosidad, Margalef explica que las nuevas instalaciones tienen una cubierta vegetal, están preparadas para recoger el agua de lluvia y hacer compost y cuentan con paneles solares fotovoltaicos para suministrar electricidad a los invernaderos.
“Trabajamos para las grandes marcas del mundo de la cosmética, como Natura Bisée, Sesderma, Martiderm, BioKox o AC Marca”, explica la emprendedora. Margalef rehúsa decir la facturación, pero indica que está entre el millón y medio de euros y los dos millones. El 30% corresponde a exportación, tanto a otros países europeos como Rusia, Sudeste Asiático, Australia, Nueva Zelanda, el norte de África y América Latina, como principales mercados. Se caracteriza, además, por su fuerte apuesta por la I+D, a la que destina entre el 12% y el 15% de la facturación.
El nombre de la empresa viene de bío y de Gründl, el segundo apellido de su madre, que es alemana. “Me tumbaron los tres primeros nombres que propuse porque ya existían, así que para el cuarto busqué un nombre bien complicado para que no me volviera a suceder lo mismo”, recuerda la fundadora.