La IA despega y amenaza el mercado laboral
El 25% de los empleos de la eurozona y EE.UU. están expuestos a la tecnología que ha popularizado la plataforma ChatGPT, según Goldman Sachs
“¿Es necesario automatizar todos los empleos? ¿Tenemos que desarrollar mentes no humanas que nos sobrepasen en número e inteligencia y nos acaben sustituyendo? ¿Nos tenemos que arriesgar a perder el control de nuestra civilización?”
En un tono casi apocalíptico más 1.800 académicos y empresarios han puesto el grito en el cielo esta semana alarmados por los imparables avances de la inteligencia artificial generativa, una tecnología que ha popularizado la plataforma ChatGPT, explotada por la empresa estadounidense OpenAI. En apenas tres meses, ha conseguido 100 millones de usuarios en todo el mundo y ha acelerado la carrera tecnológica por el lenguaje natural automatizado. La carta va firmada por Elon Musk, el controvertido fundador de Tesla y dueño de Twitter, pero también lleva la rúbrica de Steve Wozniak, cofundador de Apple, y cientos de empresarios y académicos de prestigiosas universidades.
Tal y como muestra el gráfico, los avances de esta tecnología son cada vez más rápidos y, en el mercado reina la sensación que esta tecnología puede escapar del control de los humanos. Estamos ante un cambio de paradigma, a juicio del magnate Bill Gates. “En mi vida he visto dos demostraciones de tecnologías revolucionarias. La primera fue en 1980, cuando me presentaron la interfaz gráfica a partir de la cual Windows se ha desarrollado. La segunda gran sorpresa llegó el año pasado, cuando vi los avances de OpenAI. El algoritmo respondía preguntas para las cuales no estaba específicamente entrenado y su margen de error era limitado”, publicaba recientemente en su página web el fundador de Microsoft, compañía que ha anunciado una inversión de 10.000 millones precisamente en esta plataforma.
El potencial de ChatGPT y sus homólogos –hay millares de plataformas parecidas, entre ellas Anthropic, en la cual Google ha invertido 300 millones de dólares– parece enorme. Un estudio publicado a inicios de esta semana por Goldman Sachs asegura que si esta tecnología llega a sofisticarse a los niveles que promete podría eliminar una cuarta parte de los empleos de Estados Unidos y de la eurozona. A nivel mundial, una quinta parte de la fuerza laboral podría verse comprometida. Según el estudio, elaborado por los economistas Joseph Briggs y Devesh Kodnani, eso equivaldría a unos 300 millones de empleos en las grandes economías. Los más expuestos serían administrativos, abogados, arquitectos, científicos, comerciales, informáticos... Tal y como muestra el gráfico, prácticamente ninguna profesión se salva. A excepción, claro, de los trabajos puramente físicos, como los de construcción, limpieza o mantenimiento (aunque podrían ser automatizados por otro tipo de tecnologías).
La educación es un caso aparte. Es uno de los sectores altamente susceptibles de ser automatizados, como ya se ha comprobado