Madrid latino
Los giros de la historia a menudo nos hacen sonreír. La feria ARCOmadrid ha cimentado muy bien la complicidad con los galeristas locales y con más de 40 ediciones a sus espaldas, ha ayudado a estructurar a todo el sector del arte en España, siendo clave para su internacionalización. En su día, bajo la dirección de Lourdes Fernández, dejó pasar el tren de abrir una segunda feria en América Latina, un mercado pujante que por razones históricas era el suyo natural, y en este impás, Art Basel, que reinaba a nivel europeo, fue hábil y desembarcó en Miami consiguiendo no solo establecer una pata en Estados Unidos, sino que ganó relevancia en todo el mercado latinoamericano. La historia es sabida y Arco, desorientada, tuvo que esperar más de diez años para acabar abriendo una pequeña feria en Lisboa.
Sin embargo, hoy Madrid se ha posicionado como una gran capital del arte. Más allá de tener museos de referencia internacional, como El Prado o el Reina Sofía, ha visto como florecían fundaciones y colecciones privadas abiertas al público que inundaban la ciudad de propuestas artísticas de primer nivel. Al tiempo que ha visto llegar ciudadanos adinerados de países como Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, Brasil o México, que se establecen en la ciudad o que, consecuencia de sus inversiones, deciden tener una residencia. Las condiciones que encuentran, tanto de vida como fiscales, son inmejorables y el idioma y el estilo abierto de la ciudad hacen que se encuentren como en casa. ¡Y muchos de ellos son coleccionistas!