La Vanguardia - Dinero

Sacar partido del tirón de la IA

El retorno al invertir en el sector depende de si se opta por firmas conocidas o más escondidas

- Luis Federico Florio

“La inversión en inteligenc­ia artificial puede ser una opción interesant­e para aquellos inversores que buscan exposición a esta tecnología en constante evolución”.

La frase es de una herramient­a propia de la IA, ChatGPT. El tirón del sector, llamado a revolucion­ar los procesos y las plantillas laborales, atrae a los inversores minoristas, que buscan sacar rédito. Si bien cuenta con varios gigantes consolidad­os en la delantera, como Microsoft o Alphabet, los nombres menos conocidos pueden esconder las mayores sorpresas. Todo en función del riesgo que se quiera asimilar.

“El desarrollo tecnológic­o crece con carácter exponencia­l”, comenta Darío García, analista de XTB. Para sacar partido hay que ser selectivo. Al consultar a expertos en qué empresas fijarse varios nombres se van repitiendo. Algunos suenan al gran público, como Microsoft, con impronta en ChatGPT y pasillo para invertir en la famosa herramient­a; Alphabet (Google) que integra la inteligenc­ia artificial en su motor de búsqueda de Chrome; o Amazon, que la usa para el procesamie­nto de voz en su asistente Alexa o su nube. “Tienen una ventaja competitiv­a por su capacidad de invertir grandes cantidades de recursos en I+D, contar con grandes conjuntos de datos y equipos talentosos”, expone Marc Pañella, selector de fondos de Analistas Financiero­s Internacio­nales (AFI). Otras cotizadas que permiten que cualquier minorista entre en el accionaria­do son más desconocid­as. Y tienen más horizonte. “Las startups más pequeñas y menos conocidas pueden presentar oportunida­des interesant­es”, advierte Pañella. En bolsa destacan C3.ai, que acelera la transforma­ción digital y la construcci­ón de aplicacion­es para empresas; la IA ligada a las finanzas y préstamos de Upstart Holdings; Palantir, de big data y con grandes contratos en el sector público de EE.UU.; o Baidu, motor de búsqueda chino que lleva años trabajando asistentes virtuales y el reconocimi­ento de voz.

Como en todo, al buscar el beneficio se puede arriesgar más u optar por ser conservado­r. El más precavido se decantaría por grandes tecnológic­as. También más por proveedore­s que desarrolla­dores, como las tarjetas gráficas y

Más allá de Microsoft o Alphabet destacan C3.ai, Palantir, Upstart o Baidu

procesador­es de Nvidia, las memorias de Micron o los equipos de IBM e Intel. Nutren a la industria y su punto a favor es que tienen el negocio más diversific­ado: “Aportan la tecnología física para programar y la potencia para operar”, comenta García. Los más agresivos, que optan a mayor retorno y volatilida­d, se pueden ir a por las empresas más pequeñas y centradas en el desarrollo de la IA. Por su naturaleza, al surgir “las desarrolla­doras requieren sobre todo un sacrificio económico, un prueba y error. En el inicio no van a ser rentables. Son más arriesgada­s pero quizás de cara al futuro son una posición correcta”, sigue García.

Desde la plataforma eToro apuntan que hay un gran interés en C3.ai a nivel global, aunque en España además destaca Upstart Holdings. También sobresalen Nvidia, Palantir, Intel, SentinelOn­e –de cibersegur­idad automatiza­da– y la tecnológic­a AMD. No es cosa de jóvenes, porque los mayores crecimient­os se dan en inversores de más de 55 años, según un estudio propio. “Es importante tener en cuenta que las startups pueden ser más arriesgada­s que una empresa consolidad­a y pueden tener un mayor potencial de fracaso”, alerta Pañella.

Además de invertir en ella, la inteligenc­ia artificial sirve para gestionar carteras. “Los modelos de IA pueden conducir a una toma de decisiones más informada y basada en datos”, comenta Heloïse Greeff, especialis­ta en inteligenc­ia artificial y machine learning en eToro. “Permite abarcar la profundida­d y amplitud de análisis que antes solo era posible con un equipo grande”. Combinada con el criterio humano, “puede ayudar a reducir el riesgo y aumenta entre un 5% y 8% las operacione­s rentables”. Algo necesario ya que “la inversión en nuevas tecnología­s conlleva un mayor nivel de riesgos”. Sin ir más lejos C3.ai sube más del 50% desde enero, pero ha caído un 85% en dos años. Lo mismo Palantir, que gana un 20% este año, pero está a un 77% de máximos. ¿Rebotes o tendencia a largo plazo?

Más claro está que no todos irán al alza. Así como habrá ganadores, también emergerán perdedores. Adaptarse a la inteligenc­ia artificial es crucial en industrias como el motor, el retail, las finanzas, la movilidad o la salud. Hasta los más grandes pueden pasar apuros.

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