EE.UU. marca el paso por el momento
“Estados Unidos ha liderado el desarrollo de la inteligencia artificial y es el hogar de muchas de las principales empresas y startups”, plantea Marc Pañella, de AFI. Parece ser la historia de siempre, pero China, India, Israel, la UE o Canadá también están invirtiendo significativamente en el desarrollo de la IA y pueden albergar “oportunidades interesantes para inversores”, reconoce.
El gigante asiático se propone ser líder global para el 2030 y tiene a las tecnológicas Baidu, Alibaba o Tencent marcando el paso. El Reino Unido acoge a DeepMind, hoy de Google y centrada en un aprendizaje y comportamiento similar al humano de la IA. Israel con Zebra Megocio dical Vision, de lectura de imágenes médicas, también quiere tener algo que decir. O India con Haptik, hoy de Reliance y que crea entornos de diálogo para las empresas. La UE no se queda atrás con la alemana DeepL, de traducción, UiPath, de automatización robótica y nacida en Rumanía, o la francesa Shift, centrada en el sector asegurador. Apenas unos ejemplos.
“El desarrollo de procesos pasa sobre todo por facilitar la gestión de datos y el análisis de información adicional. Es algo que vemos en las redes sociales cuando se nos recomienda contenido”, comenta Darío García, de XTB. Las grandes tecnológicas se asientan al otro lado del charco y el músculo de su ne
principal les permite aventuras como el metaverso de Meta (Facebook), por el momento ruinoso. “Pero esas pérdidas al tener la herramienta desarrollada se convertirán en beneficios”, valora el analista.
“Lo relevante es que la IA se está convirtiendo en una tecnología cada vez más importante en todo el mundo y nadie duda que tendrá un gran impacto en una amplia variedad de industrias y aplicaciones”, cierra Pañella. Los proyectos muestran que no todo es tecnología. Salud (Zebra Medical Vision), logística (Cainiao), industria o educación (Knewton) también ofrecen soluciones apoyadas en la inteligencia artificial.
DATO
Objetivos China se ha fijado la próxima década como el punto de inflexión, en el que domine la inteligencia artificial