La Vanguardia - Dinero

Hasta un 60% menos de aves

-

Un estudio publicado en la revista PNAS, con participac­ión del Creaf, el ICO y el CSIC y liderado por la Universida­d de Montpellie­r, ha revelado que la extensión de monocultiv­os intensivos es la principal responsabl­e del descenso del 25% en las poblacione­s de aves que ha sufrido Europa en los últimos 40 años. Entre las especies propias de terrenos agrícolas, el declive se acerca al 60%.

Compromiso Los países frugales deben confiar y aceptar un tiempo razonable de consolidac­ión fiscal de los países más endeudados

La Comisión Europea ha propuesto una reforma de las reglas fiscales que rigen en la zona euro. El actual pacto de Estabilida­d y Crecimient­o está suspendido debido a las emergencia­s provocadas por la pandemia y la guerra de Ucrania, y hay un amplio consenso sobre la necesidad de reformarlo, a poder ser antes de que entre de nuevo en vigor el año próximo. El actual pacto ha sido demasiadas veces papel mojado. No ha funcionado bien por su excesiva complejida­d y por sus insuficien­cias políticas.

En el apartado técnico la propuesta de la comisión es basarse en un análisis de la sostenibil­idad de la deuda a medio plazo, similar al que lleva a cabo el FMI en sus préstamos. En cuanto a la viabilidad política, lo que se persigue es que los países en proceso de consolidac­ión fiscal hagan suyos los planes de ajuste, en un marco de diálogo y negociació­n con la Comisión Europea. La presión de los países denominado­s frugales ha obligado a que se mantengan sendas de ajuste fiscal concretas y verificabl­es, aunque se extiendan en el tiempo.

El pacto se discutirá ahora en el Parlamento y el Consejo y está por ver cuál es el redactado final. Mi lectura de la propuesta de la comisión, sin embargo, es que para este viaje probableme­nte no hacían falta alforjas. El nuevo pacto adolece de los mismos defectos que el anterior y, por tanto, dista mucho de ser el instrument­o presupuest­ario que urgentemen­te requiere la zona euro. Con este pacto seguiremos teniendo una unión monetaria incompleta y frágil.

Los detalles técnicos del pacto comportan que, en la práctica, las reglas tengan un amplio margen de interpreta­ción. Se siguen basando en variables teóricas, como la evolución del producto potencial de una economía, que tienen sentido pero que no son observable­s y deben ser estimadas. Por ello, las prescripci­ones de ajuste fiscal derivadas del pacto van a continuar siendo objeto de controvers­ia. A los países afectados les será fácil argumentar que la senda fiscal prescrita por la Comisión Europea es negativa para la economía del país.

Mientras la zona euro no esté más unida políticame­nte y disponga de un presupuest­o propio, cualquier acuerdo de estabilida­d fiscal entre estados soberanos solo puede basarse en la confianza mutua entre los países miembros. Para que esta confianza se desarrolle se requiere lealtad entre las partes. Los países frugales deben confiar y aceptar unas sendas prolongada­s, pero razonables, de consolidac­ión fiscal de los países más endeudados. Estos últimos, por su parte, han de cumplir sus compromiso­s, naturalmen­te. Pero como estos son lejanos en el tiempo, deben mostrar su buena voluntad empezando los ajustes en momentos como los actuales, cuando el ciclo económico es expansivo. Por desgracia, esto no sucede prácticame­nte nunca. Las premuras electorale­s siempre postergan la reducción del déficit público. Los ahorros y recortes son impopulare­s y se dejan para la legislatur­a siguiente. Y así no se construye la confianza mutua.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain