Deconstruir la fusión OrangeMásMóvil
La ausencia de noticias son buenas noticias; al contrario de lo sucedido con el mercado energético o el de alimentación, el mercado de las telecomunicaciones ha tenido en los últimos 15 años una evolución muy positiva. Las acertadas decisiones de los reguladores sobre las condiciones de acceso a los hogares y a las redes y el esfuerzo inversor y de innovación por parte de los operadores, junto al cambio tecnológico, han convertido a España es uno de los mercados europeos más competitivos con menores precios y mejores infraestructuras. Milagros de la competencia. Pero la competencia es frágil, lo que funciona puede dejar de hacerlo, y la posible fusión de Orange y MásMóvil conlleva importantes riesgos. Al menos esa es la visión de la Comisión Europea (CE), que ha abierto una investigación exhaustiva sobre la operación antes de decidir si la aprueba o no.
1. Una decisión que marcará el futuro de las telecomunicaciones en España y en Europa. La fusión aumentaría significativamente la concentración del mercado de telecomunicaciones en España y daría lugar a un gigante empresarial con más de un 40% de cuota de mercado en muchos segmentos específicos. Pero también es una decisión trascendente para Europa, porque supondría admitir —o no— que el mercado pasase de cuatro operadores significativos de red a tres, y es muy probable que la decisión sobre esta fusión invite —o disuada— a que fusiones similares se den en otros países europeos. En la actualidad, la mayoría de los grandes países europeos cuentan con cuatro operadores y, si la fusión sale adelante, podría generar una ola de fusiones que transforme el mercado europeo.
2. ¿Cuál es el criterio para aprobar o no la fusión? La legislación europea establece que la fusión solo puede llevarse a cabo si es beneficiosa para los consumidores. Y a primera vista, tal como ha señalado la CE, la fusión no sería una buena noticia ellos. La reducción de competencia puede reducir sus opciones y aparejar un aumento de precios y una reducción de la calidad del servicio. Si los operadores de red pasan de ser cuatro a tres, todos aumentarán su cuota de mercado, y con ello disminuirán sus incentivos a reducir los precios (cuanto mayor es el número de clientes, menor es el interés en bajar los precios). En un conocido artículo académico, Genakos et al.
(2018) mostraban que los precios de los servicios de las telecomunicaciones eran un 15% más bajos en los países que tienen cuatro operadores con respecto a los que tenían dos o tres.
3. ¿Cuál será la línea de defensa de las compañías? Sinergias. En principio, si la fusión genera un importante ahorro de costes (o si permite dar mejores servicios), es posible que sea beneficiosa también para los consumidores. Orange y
MásMóvil anunciaron que preveían unos ahorros de costes superiores a los 450 millones de euros. Pero los ahorros de costes no se trasladan necesariamente a los precios. Ese es el caso de los ahorros en costes fijos, que no deberían cambiar las políticas de precios. Para que las sinergias impacten positivamente en el bienestar de los consumidores, deben surgir de mejoras en el proceso productivo, y no de la venta de edificios o de la reducción de plantillas. No resultan evidentes las mejoras de eficiencia en el proceso productivo derivadas de esta fusión. Sin embargo, hay una especie de juego de suma cero en el caso de las fusiones, entre los competidores de la nueva empresa y los consumidores. Si la nueva empresa fuera a ser más eficiente y con ello beneficiar a los consumidores, se convertiría en un duro competidor, lo que supondría malas noticias para las otras empresas del mercado. Este proceso de fusión ha sido favorablemente acogido por la
Dudas A primera vista, según la Comisión, la operación no sería beneficiosa para los consumidores: más precios y peor servicio
competencia, lo que puede interpretarse como una señal de que los competidores no esperan que la fusión genere grandes ganancias de eficiencia.
4. Incentivos a la inversión. Una característica de este sector es la constante necesidad de invertir en nuevas tecnologías. El gran reto es el 5G. Las empresas defienden que, en un mercado más concentrado, crecerá su inversión, lo que, por un lado, beneficiaría a los consumidores y, por otro, aumentaría la productividad. Sin embargo, las investigaciones teóricas más recientes —Bourreau et al. (2020)— muestran que la inversión puede ir de la mano de la concentración del mercado, o lo contrario, en función del entorno competitivo. Si miramos nuestra propia experiencia, la conclusión es clara: la competencia genera grandes incentivos a la inversión para la mejora de los productos y la reducción de costes. España es uno de los mercados más competitivos de Europa y también es uno de los países europeos donde más se ha invertido en fibra óptica y digitalización.
5. ¿Qué posibles alternativas puede ofrecer la CE a MásMóvil y Orange? El escenario más previsible es que la CE intente negociar con las empresas implicadas que se cumplan unas condiciones (remedies) con el objetivo de preservar la competencia a medio plazo. Ese ha sido el caso de la mayoría de las fusiones en este sector (T- Mobile y Orange, el Reino Unido, 2010; H3G y Orange AT, Austria, 2013;
H3G y O2, Irlanda, 2014, y O2 y E-Plus (KPN), Alemania, 2014). De nuevo, el propio mercado español es la prueba que los remedies funcionan. En el 2015, Bruselas aprobó la fusión, pero obligó a Jazztel a vender parte de su red a MásMóvil, que era el maverick del mercado, una empresa entrante muy agresiva en precios, lo que contribuyó a aumentar la competencia y terminó beneficiando a los consumidores. La CE puede intentar repetir la estrategia, y obligar a Orange y MásMóvil a desinvertir para alimentar un nuevo maverick. El candidato podría ser DIGI, hasta ahora un operador virtual sin red propia centrado en un segmento estrecho del mercado, pero que está creciendo rápidamente e invirtiendo en su propia red.