Nufri celebra medio siglo mirando al País Vasco
La compañía hortofrutícola facturó en la última campaña 600 millones y ha diversificado su negocio con la energía
Nació en 1973 de la mano de cuatro agricultores del Pla d’Urgell. Cincuenta años después, Nufri, con sede en Mollerussa (Lleida), es un grupo agroindustrial con cuatro divisiones: fruta fresca, alimentos procesados, mercados y energía, que ha facturado en la última campaña, la del 2022, 600 millones de euros y celebra su medio siglo de actividad con un plan de inversiones de 120 millones de euros en los próximos tres años.
“Hemos ido creciendo de forma constante, un 30% en los últimos cinco años, abriendo nuevas líneas de mercado, aunque en este incremento también ha influido la inflación”, asegura su fundador y presidente, Francesc Argilés.
“La evolución de Nufri –remarca Argilés– ha sido progresiva y constante durante estos cincuenta años, y las decisiones que estamos tomando marcarán también el futuro del campo, que queremos que siga siendo una opción rentable para los agricultores. Es necesario que puedan vivir de una agricultura de calidad a largo plazo”.
El plan de inversiones de la compañía incluye, entre otros proyectos, iniciar el próximo año la construcción de un nuevo almacén en Vitoria, en el País Vasco, “para ir cerrando círculos”, según Francesc Argilés. “Desde allí –explica– tendremos crecimiento y daremos servicio a Bilbao, San Sebastián, Pamplona y Vitoria”.
Francesc Argilés recuerda el nacimiento de Nufri “con lejanía, con cariño y con nostalgia” y dice estar orgulloso de lo conseguido como familia y también de tenerla cerca. Dos de sus hijos están al frente del grupo. Ignasi Argilés es el director de producción y comercio, y Xavier Argilés, director de industria y energía.
Nufri adquirió la primera parada en Mercabarna en los años ochenta. En los años noventa construyó la fábrica de zumos en Mollerussa, y a partir del 2000 comenzó la expansión hacia los mercados centrales de la península ibérica desembarcando en Madrid, Lisboa y Sevilla con plantaciones de cítricos en Andalucía.
En el 2010, la compañía compró la finca de La Rasa (Soria), con 870 hectáreas dedicadas al cultivo de la manzana de altura, y en el 2019 adquirió la mayoría accionarial de la
El fundador Francesc Argilés, entre sus hijos Ignasi y Xavier transformadora de fruta Indulleida, de Alguaire.
Dos años antes, en el 2017, entró en el negocio de la comercialización de energía a través de Energia Nufri para ofrecer al cliente doméstico e industrial energía de fuentes renovables independiente de las grandes distribuidoras. La energía supone ya un 15% del negocio del grupo, que prevé acabar el año llegando a la cota de los 10.000 clientes en España y seguir apostando por los parques solares.
Cincuenta años después de su fundación, Nufri cuenta con cuatrocientos agricultores asociados y 2.000 trabajadores, gestiona más de 800.000 toneladas de fruta al año, tiene una capacidad de conservación de transformados de 170.000 toneladas y 130 megavatios de energía instalados.
Para afrontar el cambio climático, la compañía lleva años investigando en nuevas variedades de frutas que se adapten a las condiciones climáticas y con la vista puesta en la descarbonización del planeta. Se ha marcado como reto la reducción de 25.000 toneladas de emisiones de CO2 a partir de un autoconsumo de energía del 40% y el uso de biomasa en sus calderas. También pretende “reducir un 20% el consumo de agua, siguiendo el compromiso interno con el medio ambiente que comenzó en la década de los noventa”, cuando se inició en la economía circular.
Sobre el futuro del sector frutícola catalán, Francesc Argilés habla con optimismo. “Tal vez llegue este momento de entendimiento que siempre ha sido difícil, que exista la ilusión de que el sector trabaje para crecer medianamente agrupado”.