Cierran y abren /2
La semana pasada hablábamos del cierre de una de las grandes galerías históricas, la Marlborough, que tras 78 años en el negocio había contribuido a perfilar el paisaje artístico con algunos de los artistas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX, al tiempo que había prefigurando lo que hoy es el modelo que han desarrollado las megagalerías. El cierre de la sede barcelonesa supone, además, que la ciudad se queda huérfana de galerías con varias sedes por el mundo. Una auténtica catástrofe.
Es ley de vida. Pero el problema en Barcelona es que este devenir vital en el que, por razones bien distintas, muchas galerías han ido cerrando sus puertas estos últimos años, no se han visto reemplazadas por galerías del mismo nivel. Es decir, han ido apareciendo nuevos proyectos, algunos de ellos con mucha personalidad, incluso con futuro, pero no tienen en ningún momento ni la calidad artística ni la ambición empresarial ni, mucho menos, la relevancia internacional de las que han desaparecido o que lamentablemente están decayendo. Todo esto supone que el nivel específico de la ciudad ha bajado en los últimos dos decenios. Solo hay que ver nuestra representación en las grandes ferias internacionales para advertir que, de ninguna manera, es la que había sido. Por eso es tan relevante la aparición de la galería de contemporáneo que la familia Mayoral recién ha inaugurado en Consell de Cent, al lado de la histórica que abrieron hace 35
años. Un nuevo proyecto que recoge el trabajo hecho por sus fundadores y que, con el impulso de la nueva generación, incorpora un exquisito espacio diseñado por el arquitecto Jorge Vidal que supera conceptualmente el clásico cubo blanco. Con ideas claras y una buena retahíla de artistas, configurarán una interesante línea artística. Y un dato que no es menor, su participación ya en las ferias internacionales más relevantes, como Art Basel en Basilea, Miami y Hong Kong, más TEFAF en Maastricht, les dará una gran visibilidad. Toda galería va definiendo con el devenir de los años su propio relato que la hace única, y en este caso, a tenor del trabajo hecho por el equipo Mayoral en una exposición inaugural que es toda una declaración de intenciones, todo apunta a un resultado brillante, ambicioso y que catapulta a la ciudad y a todo su ecosistema artístico a un mayor nivel.
La nueva generación de Mayoral incorpora un nuevo espacio diseñado por Vidal