Xi orienta la diplomacia hacia Tokio y Pyongyang
El nuevo ministro de Exteriores es un experto en Japón
China anunció ayer la formación del Gobierno que dirigirá el destino del gigante asiático durante los próximos cinco años, bajo la batuta del presidente Xi Jinping y su primer ministro, Li Keqiang. Se trata de unos nombramientos que orientan las prioridades diplomáticas hacia Japón y Corea del Norte..
De todos ellos destaca especialmente la designación del nuevo responsable de Asuntos Exteriores. Wang Yi, que reemplaza en el cargo a Yang Jiechi, promovido a su vez al Consejo de Estado.
Wang, de 59 años, es un profundo conocedor de Japón y de Corea del Norte, dos de los países, cuyas relaciones son consideradas fundamentales por Pekín y con los que atraviesa actualmente momentos de tensión política.
Actualmente, Wang Yi estaba a cargo de las relaciones con Taiwán y ha impulsado en los últimos tiempos una política de acercamiento entre ambos lados del estrecho.
Con anterioridad, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores fue embajador en Japón entre los años 2004 y 2007. En el periodo 1989-1994 también estuvo destinado en la legación de Tokio, pero con un rango diplomático inferior.
Esta experiencia será, sin duda, de gran utilidad en una época de gran tensión entre China y Japón a causa del litigio que mantienen los dos países por la soberanía sobre las deshabitadas islas Diaoyu, que Tokio denomina Senkaku.
A lo largo de su carrera profesional, Wang Yi ha colaborado asimismo con Estados Unidos en las conversaciones nucleares con el régimen de Pyongyang. Este es otro país con el que Pekín encuentra cada vez mayores dificultades de diálogo, debido a la voluntad del régimen de Pyongyang de mantener su programa nuclear.
La Asamblea Nacional Popular (Parlamento) ratificó, asimismo, a Zhou Xiaochuan al frente del Banco Popular de China. Este nombramiento que tiene un doble significado. Por un lado, garantizar a los responsables de las grandes potencias occidentales continuidad de la actual política monetaria china. Y, por otra parte, lanzar el mensaje de que Pekín continuará su progresiva política de internacionalización de su moneda, el yuan, relajando gradualmente el control sobre el tipo de cambio de su divisa respecto al dólar y el resto de divisas.
La designación de Zhou, de 65 años, también se interpreta como un deseo de los nuevos dirigentes de proseguir el proceso de modernización del sistema financiero de la segunda potencia mundial.