En China se practicaron 330 millones de abortos desde 1971 hasta el 2010
Las estadísticas del Ministerio de Sanidad de China han reconocido que entre los años 1971 y 2010 se practicaron cerca de 330 millones de abortos. Para hacerse una idea de la dimensión de este dato, basta recordar que la población de la llamada zona euro es de 332 millones de personas.
Esta cifra, facilitada por el propio ministerio, aparece en un momento en que la política de limitación de nacimientos es cada vez más cuestionada. Los datos sobre el número de abortos y esterilizaciones han coincidido con el anuncio de la fusión del Ministerio de Sanidad con la Comisión Nacional de la Población y de la Planificación Familiar. Ciertos observadores han visto en esta reorganización el preludio de un cambio en la política de limitación de nacimientos en las parejas chinas, pero altos responsables políticos han dicho lo contrario esta misma semana. “La planificación familiar ha de ser refor- zada y no debilitada”, ha declarado Wang Feng, adjunto al jefe del gabinete de la reforma del sector público. “Después de la reforma, China proseguirá su política de planificación familiar”, ha asegurado también Ma Kai, secretario general del Gobierno
La limitación de los nacimientos para toda la población y la política del hijo único desde el inicio de los años 80 ha permitido, según el Gobierno de Pekín, un cierto control demográfico. En concreto, se dice que se han evita- do 400 millones de nacimientos suplementarios en el país más poblado del mundo, que contaba con 1,354 millones de habitantes al final del año pasado.
Pero los abortos han contribuido también a la eliminación selectiva de embriones y fetos femeninos, lo que ha supuesto un déficit de decenas de millones de mujeres en la población china. El nú-
El envejecimiento de la población y la caída de los sectores activos obligará a medio plazo a relajar los controles
mero de abortos fue de diez millones anuales entre 1982 y 1992, y llegó a un pico máximo de 14 millones en los años 1983 y 1991.
La limitación de nacimientos ha tenido como corolario un número muy elevado de abortos forzados, una práctica que hoy se intenta desterrar pero que aún sigue vigente en algunas regiones. El pasado mes de junio ya estalló un escándalo por el caso de una mujer embarazada de siete meses obligada a abortar, y ante la polémica las autoridades locales se vieron obligadas a pedir excusas. De todos modos, los demógrafos señalan que a medio plazo habrá un envejecimiento de la población y una disminución de la población activa que obligará a relajar estos controles.