La Vanguardia

Historia compartida

- Mariángel Alcázar

Meses antes de la boda de los entonces príncipes Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, la diferencia de religiones –él católico, ella ortodoxa– parecía un problema irresolubl­e hasta que intervino el papa Juan XIII, quien, en un gesto ecuménico, autorizó una doble ceremonia de boda.

Ese es el primer nexo de unión entre el Vaticano y la actual familia real. En junio de 1962, don Juan Carlos y doña Sofía fueron recibidos en audiencia por el Papa Bueno, que moriría un año más tarde. Los actuales Reyes, todavía Príncipes, regresaron al Vaticano en 1968 para una misa de Pascua de Pablo VI, quien les recibió ya como Reyes el 10 de febrero de 1977.

En esa primera audiencia, doña Sofía hizo uso del privilegio otorgado a las reinas católicas y lució vestido largo blanco con mantilla y peineta. En la actualidad, las mujeres que gozan de ese privilegio son Fabiola y Paola de Bélgica, María Teresa de Luxemburgo, María de Liechtenst­ein y Charlene de Mónaco. En realidad, hay quien sostiene que sólo la reina de España, soberana o consorte, podría vestir de blanco junto al Papa, pero que el privilegio se extendió de hecho a todas las reina católicas después de que

Juan XXIII intervino para que don Juan Carlos y doña Sofía pudieran casarse

Fabiola de Bélgica se presentara en el Vaticano de blanco. Quién iba a decirle a una reina tan católica y tan española como ella que se cambiara de ropa.

Don Juan Carlos y doña Sofía estuvieron presentes en la misa de inicio del pontificad­o de Juan Pablo I y de Juan Pablo II, que tuvie- ron lugar con un mes de diferencia, en septiembre y octubre de 1978.

El papa Wojtyla recibió a los Reyes en el Vaticano en cinco ocasiones, y don Juan Carlos y doña Sofía le acompañaro­n en las seis visitas que hizo a España a lo largo de su pontificad­o. Tras asistir a las exequias de Juan Pablo II, los Reyes estuvieron en la misa de inicio del pontificad­o de Benedicto XVI, en abril del 2005, y cinco meses más tarde fueron a visitarle a Castel Gandolfo.

Los príncipes de Asturias, que representa­rán a los Reyes en la misa de inicio del pontificad­o del papa Francisco, han viajado dos veces al Vaticano, La primera, el 28 de junio del 2004, un mes después de su boda, para cumplir la tradición de la familia real española a fin de que el Papa les diera la bendición. Hace dos años, don Felipe y doña Letizia volvieron a Roma para asistir a la misa en la que Benedicto XVI proclamó beato a su antecesor.

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