Una mancha transparente para Bauzá
El presidente balear, acusado de incompatibilidad por la oposición, deja su futuro en manos de los tribunales
El presidente balear, José Ramón Bauzá, atraviesa el momento más delicado desde que accediera al cargo, en junio del 2011. Sobre él pesa el yugo constante de la oposición, que le acusa de incompatibilidad por haber ostentado, supuestamente, la administración de dos empresas mientras ejercía como jefe del Ejecutivo. Las sucesivas revelaciones sobre sus actividades particulares han encendido el debate parlamentario y han lastrado la imagen de un político que se presentaba como adalid de la transparencia.
Bauzá tiene ahora mismo dos frentes abiertos. Por un lado, un contencioso-administrativo de la izquierda por haber simultaneado presuntamente durante once meses la presidencia con la responsabilidad en una vinoteca y un negocio de alquiler de locales comerciales. Concretamente, desde que fue investido presidente, en junio del 2011, hasta mayo del 2012, lo que supondría un incumplimiento de la ley balear de incompatibilidades. Por otro lado, el grupo MÉS le exige que devuelva 147.000 que habría cobrado de más por la dedicación exclusiva que tenía como alcalde de Marratxí entre el 2005 y el 2009. Censura que el presidente, farmacéutico de profesión, no nombrara un sustituto en su botica hasta que fue advertido ese último año.
Cuando asumió el escaño en el Parlament, Bauzá omitió la responsabilidad en sus negocios en la declaración de bienes y actividades de los diputados. El argumento esgrimido fue que se trataban de “sociedades patrimonia- les”, por lo que no debían consignarse como actividad. Un día antes de que todos los diputados baleares hicieran públicos sus bienes y actividades el mes pasado, el presidente presentó una declaración complementaria en la que sí figuraban los negocios. “El presidente simplemente olvidó poner algunas cosas, como tantos otros diputados”, justificó entonces la portavoz del PP en la Cámara, Mabel Cabrer.
Recientemente se ha conocido que Bauzá tampoco habría dado cuenta al Govern de sus responsabilidades empresariales cuando tomó posesión del cargo. No corrigió esta situación hasta mayo del 2012, unos días después que el asunto trascendiera a los medios. Otro elemento que ha generado sospechas es que Bauzá no se dio de baja de administrador de empresas en el registro mercantil hasta ese mes. El presidente alegó que no estaba obligado a
Las revelaciones sobre las actividades del presidente balear han encendido el debate parlamentario
elevar los cambios ante notario, cosa que acabó haciendo. Bauzá hizo pública su declaración de la renta el mes pasado y obligó a hacer lo mismo a los altos cargos del PP en las principales instituciones de la comunidad. Pero este gesto de transparencia ha tenido contrapartidas. De ahí se ha sabido que declara los ingresos de su farmacia (167.438 euros en el 2011) como negocio y no como patrimonio. También que tiene hipotecas firmadas por más de un millón de euros.
Los tribunales establecieron en el 2007 que una exconsellera socialista de Sanidad, Aina Salom, había sido incompatible porque regentó una farmacia mientras ejerció el cargo. Bauzá esgrime que su caso es diferente porque el presidente, al contrario que los consellers, “carece de facultades ejecutivas o de gestión”, un argumento que ha sorprendido a muchos. Su futuro está ahora en manos de la justicia. Ante lo que pueda pasar, advierte: “No tengo ninguna presión, los tribunales dirán lo que consideren y yo acataré la sentencia”.