‘Diagonalitis’
Hace quince días nos ocupábamos aquí de las Glòries y del proyecto que deberá transformar este espacio en un nuevo centro neurálgico para la ciudad de Barcelona. Desplazamos ahora el foco de atención unos pocos kilómetros hacia el oeste, hasta el tramo de la avenida Diagonal comprendido entre paseo de Gràcia y la plaza Francesc Macià. Hace unos días, el Ayuntamiento se comprometía a impulsar la reforma de estos escasos pero conflictivos centenares de metros donde la convivencia entre vehículos, peatones y ciclistas es cualquier cosa menos armónica. El cierre de numero- sos negocios (algunos históricos) y la insistencia de los comerciantes de la zona sobre la necesidad de emprender un rediseño urgente de la vía han servido para volver a poner el asunto sobre la mesa. A pesar de que, según parece, la decisión responde a cierta estrategia para garantizar el entendimiento político entre partidos, no deja de ser una buena noticia que el Consistorio haya decidido, finalmente, poner manos a la obra para atajar esta asignatura pendiente. Ahora bien, la experiencia fallida de la consulta de hace tres años (seguida por el abortamiento del proyecto de remodelación) debería servir para recordar lo delicada que resulta esta vía y la compleja sintomatología del mal que la aqueja.
En este sentido, ponen un poco los pelos de punta algunos de los atributos que se han venido usando para describir esta futura reforma de la Diagonal, como por ejemplo low cost, “provisional”, “a medias” o (un tanto más eufemísticamente) “suave”. La coyuntura económica no invita (ni permite) hacer reformas que supongan una gran inversión, pero este hecho no justifica en ningún caso una intervención apresurada o poco meditada. No nos podemos permitir, ni moral ni económicamente, un parche o un apaño sin más. Es imprescindible, pues, que los responsables de llevar a cabo esta refor- ma no se precipiten y que estudien de forma pormenorizada las necesidades que deben guiar esta reforma clave para la ciudad. Todavía estamos a tiempo de hacer las cosas bien y evitar un nuevo tropiezo con la misma piedra. Hasta ahora todo lo concerniente a la refor- ma de la Diagonal parece haber estado a la deriva del debate político; ya es hora de corregir y situar la cuestión en el terreno del análisis técnico. Y aunque el FAD no tiene la receta definitiva para curar la diago
nalitis, sí queremos alimentar el debate e invitamos a todos aquellos que quieran sumarse a él a recuperar las entrevistas con diversos expertos recogidas en nuestra publicación Diagonales. Opiniones sobre la reforma de la avenida Diagonal. Creemos sinceramente que en sus páginas se encuentran valiosas reflexiones que pueden ayudar a repensar la morfología de esta arteria central de la ciudad.