Nadal confirma que su regreso es triunfal
El balear supera a Del Potro después de un partido muy intenso
Las vidas de Rafa Nadal y Juan Martín Del Potro se han cruzado de nuevo en Indian Wells, una buena noticia para el circuito. El primero estuvo ausente de las pistas durante más de siete meses por unas interminables molestias en las rodillas y el segundo, recién estrenado su palmarés de Grand Slam con la victoria ante Federer en el US Open del 2009, desapareció precipitadamente por culpa de su muñeca derecha, que frenó una ascensión que parecía imparable y le dejó fuera del tenis durante todo el 2010. Ahora vuelven a competir y lo hacen, pese a algunas intermitencias, como en los mejores tiempos. El argentino, que vivió un rally excepcional en la pista dura californiana ante Murray, Djokovic y Nadal en busca de su primer Masters 1000 no pudo conseguirlo y fue el balear el que se tiró al suelo. La escena merecía la pena porque el de ayer fue un triunfo extraordinario con el que confirma un regreso triunfal a la élite y suma su 22.º Masters 1000, uno más que Federer.
“Es un placer maravilloso volver a tocar la pelota, aunque sea con suavidad”, dijo el de Tandil en su reaparición en el 2011. Un año después consolidó su presencia entre los mejores, recuperó un puesto en el Top 10 y venció en Marsella, Estoril, Viena y Basilea, ésta ante Federer con un tie break en el tercer set.
Nadal también se desvivía por volver a competir. El balear, con la garra y la ambición que siempre le ha acompañado en su exitosa carrera, ha encadenado cuatro finales en su reaparición, la última la de ayer en un escenario de prestigio, el primer Masters 1000 de la temporada, en Indian Wells. Vencedor en São Paulo y Acapulco, y finalista en Viña del Mar, el manacorense, con la moral por las nubes y una estupenda sonrisa en la cara, se enfrentaba a un rival inesperado que dejó por el camino a Murray y Djokovic –tras 22 triunfos seguidos consecutivos fue su primera derrota del año–, un hecho sorprendente y inesperado.
Tal vez por todo eso el duelo de ayer también fue una caja de sorpresas por su desarrollo, totalmente atípico. Y es que Nadal aguantó un intercambio de 34 golpes en el primer juego, rompió el servicio de su rival en el segundo a la cuarta oportunidad y aseguró de nuevo su saque para distanciarse por 3-0. Con una derecha impecable y moviéndose con mucha rapidez por la pista, el manacorense había minado la moral del argentino, que afrontaba el partido, en teoría, mucho más cansado. Este escenario siguió hasta el 15-40 del cuarto juego, dos nuevas bolas de break. Ahí, con todo a favor para asegurarse el primer set, Nadal dudó, se alejó demasiado de la línea de fondo y Del Potro aprovechó la rendija para entrar de nuevo en la central de Indian Wells, sometida a un intenso sol.
El gigante de Tandil olvidó las dudas y, sobre todo, desatascó su derecha, un golpe plano letal radicalmente distinto al de Rafa. En un santiamén la final quedó igualada a tres y aunque Nadal volvió a ponerse por delante (4-3), lo cierto es que la iniciativa ya era de su adversario, que sumaba puntos con facilidad y, además, provocaba los errores de Rafa. Cuatro juegos consecutivos de Del Potro le sirvieron para liquidar la primera manga (4-6) en 53 minutos y, de una tacada, adelantarse por 0-2 en el segundo. Un palo rotundo para las aspiraciones de Nadal. que aguantó como pudo el vendaval que se le venía encima y encontró la recompensa a partir del 1-3 cuando encadenó cinco juegos seguidos y forzó una tercera manga en la que el aspecto físico tendría un valor definitivo. Así fue. Rafa logró su tercera victoria en Indian Wells tras 2h 30m y para celebrarlo se estiró en la pista dura. El mejor Nadal ya ha regresado.