Poesía hecha carne
Críticos y poetas valoran la aportación a la poesía catalana y valenciana de Estellés
“En él la letra se hace de sangre y esperma, pasa muy pocas veces”. El poeta Albert Roig se muestra así de contundente cuando analiza la figura y la obra de Vicent Andrés Estellés, uno de los grandes poetas de la cultura catalana y valenciana del siglo XX, y de cuyo fallecimiento se cumplen ahora veinte años.
“En él la letra se hace de sangre y esperma, pasa muy pocas veces”. El poeta Albert Roig se muestra así de contundente cuando se aproxima a la figura de Vicent Andrés Estellés, considerado uno de los grandes poetas de la cultura catalana y valenciana del siglo XX, y del que ahora se cumplen veinte años de su fallecimiento. Estellés es, a juicio de los críticos y poetas consultados, un referente fundamental de la literatura; un autor comprometido con su tiempo y su cultura, que abordó en su obra la muerte (en parte por la prematura muerte de su hija) y el sexo de una manera desconocida hasta entonces. Para Roig, el valenciano llegó a ser “en la poesía catalana el Josep Pla poeta, el anti-Espriu puñetero y vital”.
Estellés (Burjassot, 1924-Valencia, 1993), Premi d’Honor de les Lletres Catalanes (1978) y Premi d’Honor de les Lletres Valencianes (1990), perteneció a una generación de posguerra de la que formaron parte valencianos como el ensayista Joan Fuster, el poeta Xavier Casp o el filólogo Manuel Sanchís Guarner, y poetas catalanes como Josep María Llompart, Blai Bonet o Gabriel Ferrater. Fue un escritor autodidacta que ejerció de periodista durante gran parte de su vida. Admiraba la obra de Ausiàs March, de los catalanes Joan Salvat-Papasseit, Carles Riba o Josep Carner y de grandes autores extranjeros como Pablo Neruda, Charles Baudelaire, Walt Whitman o Cesare Pavese. Sus poemas La clau que obri tots els panys y Llibre de les meravelles, ambos publicados en 1971, lo convirtie-
Se cumplen veinte años de la muerte del poeta que narró con pasión el sexo y la muerte en su obra
ron en un referente de la cultura catalana. Cantautores como Ovidi Montllor o Raimon musicaron algunos de sus poemas.
El catedrático de Filología Catalana de la Jaume I de Castellón Vicent Salvador subraya que Estellés provocó el escándalo “desde la periferia” al abordar temáticas como el sexo con una pasión y un erotismo desconocidos hasta ese momento en la cultura catalana. “Cuando dejó de ser periférico, aceptado y leído en Barcelona su poesía ya no era un escándalo sino un mero estímulo artístico que sí ha entrado finalmente en el canon de la poesía contemporánea”. Técnicamente, según Salvador, Estellés no era, en apariencia, “brillante”. “No era un autor de grandes metáforas, pero consiguió un estilo propio que en el momento en el que escribía fue innovador en la poesía catalana”. Pone como ejemplo el poema Coral romput (inspirado en la muerte de su hija), que tardó catorce años en publicarse “y que en el momento fue toda una revolución en la poesía catalana por la manera en la que abordó la muerte”. “Sus mecanoscritos indican que en la década de los cincuenta su poesía fue vanguardista”, añade.
Para Jaume Pérez Montaner, poeta y ensayista, Estellés combinó “increíblemente el, digamos, lenguaje popular de la calle con elementos de la gran tradición de la poesía occidental”. En este sentido añade que “siguiendo la mejor tradición inglesa, logró recuperar el lenguaje conversacional para construir sus propias pasiones como otros grandes de la literatura catalana como Maragall o Papasseit”. Roig dice que “Estellés hace que March se convierta en el poeta más actual y moderno del siglo XX, y lo hace con la máxima naturalidad, efectividad y modernidad; es espectacular”. Y que “Estellés, aunque no conoció mucho la poesía inglesa, fue un poeta mediterráneo e inglés: debería ser el poeta catalán más traducido al inglés”.