China se convierte en el quinto exportador mundial de armamento
La industria china desplaza a la británica gracias a los pedidos de Pakistán
Atención al dato. China se ha convertido ya en el quinto exportador de armamento del mundo. Su volumen de ventas ha crecido un 162% entre los años 2008 y 2012 y representa ya el 5% del comercio mundial de este sector.
La confirmación de que la industria china de armamento había alcanzado su madurez tecnológica debía de llegar en algún momento, y ese día ya ha llegado. Según un informe sobre el comercio mundial de armas difundido ayer por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), el gigante asiático ha pasado a engrosar la lista de los cinco principales países exportadores de material bélico, desplazando al Reino Unido. Es la primera vez desde 1950 que la industria británica cae de los cinco primeros puestos.
El informe confirma que Rusia y EE.UU. dominan más de la mitad del comercio mundial de armas y que la UE redujo en un 20% sus compras entre el 2008 y el 2012 en comparación a los cinco años anteriores.
Para el director del programa de transferencia de armas de Sipri, Paul Holtom, el auge de China “está principalmente guiado por las compras de armamento a gran escala de Pakistán, un aliado clave”. Este hecho importante, sin embargo, no es el único. Holton subraya que hay “una serie de acuerdos recientes que indican que China se está estableciendo como proveedor para un número cada vez mayor de importantes receptores de armas”. Entre ellos se encuentran los países del sudeste asiático, que optan por reforzarse debido a las disputas territoriales, principalmente entre China y sus países vecinos.
Una realidad que está estrechamente relacionada con el creciente presupuesto que durante años ha dedicado Pekín a la industria militar. Una inversión inducida, en parte, por el embargo de armas a que el régimen chino está sometido por los países occidentales desde la masacre de Tiananmen en 1989. Una situación que le ha obligado a dedicar cantidades ingentes de recursos a desarrollar sus propios equipos de guerra moderna, incluyendo portaaviones y aviones teledirigidos.
Un ejemplo de toda esta apuesta militar se pudo ver en la feria de Zhuhai, en el sur de China, el pasado noviembre. En esta exposición, la industria de armamento del gigante asiático exhibió por primera vez material sofisticado de elaboración propia. Había helicópteros de ataque, misiles, aeronaves no tripuladas y defensas aéreas, entre otro tipo de material bélico.
Esto ha facilitado que las ventas de la industria china a otros países hayan crecido un 162% entre el 2008 y el 2012 respecto al lustro anterior. El 55% de ellas han tenido Pakistán como destino final. Otros clientes importantes son Birmania, Bangladesh, Venezuela, Argelia y Marruecos.
Esta evolución de las exportaciones ha llevado a la segunda potencia mundial a representar ya el 5% del comercio mundial de este sector, frente al 2% de cinco años atrás. Se trata de unas cifras muy alejadas de los dos principales países exportadores: EE.UU.,
La UE compró un 20% menos de armas, aunque el comercio mundial creció un 17%
que acapara el 30% de las ventas de armas, y Rusia que representa el 26%. Pero que sitúan a China inmediatamente detrás de Alemania (7%) y Francia (6%).
Pekín, sin embargo, resta importancia a esta situación. El portavoz de Exteriores, Hong Lei, afirma que China es un exportador de armas responsable y que respeta escrupulosamente la legislación internacional.
No obstante, la mejora de las ventas de su industria militar ha permitido al comercio mundial de armamento progresar un 17% durante el periodo 2008-2012 respecto al quinquenio anterior. El Sipri calcula los promedios del comercio de armas cada cinco años debido a que las ventas varían mucho de año en año.