“En el arte, o vas a ciegas o no te descubres a ti mismo”
Daniel Ver onese, director teatral, que estrena ‘Bona gent’ en el Goya
Daniel Veronese (Buenos Aires, 1955) acaba de recibir el premio Max Iberoamericano 2013 como autor y director teatral, pero también por haber establecido “un puente entre España y Latinoamérica”. No sólo presentando con su compañía argentina piezas como Espía a una mujer que se mata, sino también dirigiendo sus creaciones y las de otros con compañías españolas, como ahora con Bona gent, una obra de David Lindsay-Abare que ha triunfado en EE. UU. y que estrena hoy en el teatro Goya con Mercè Arànega y Àlex Casanovas como protagonistas. Una pieza muy actual, con una madre de una hija disminuida enfrentada a un desahucio, y con una reflexión sobre la amistad y el mito del éxito a base de esfuerzo.
¿Se siente un puente? Bueno, puente es que te pasan por encima. Esta denominación es fuerte, me cuesta sentirme como un representante argentino. Hago teatro porque es lo que mejor sé hacer y porque es mi vida . Es natural para mí. Un músico piensa en melodías y yo en conflictos, situaciones dramáticas.
¿Hay un estilo Veronese? ¿Velocidad y tensión elevadas? Creo que sí, pero no soy consciente. Necesito crear vida y lo hago detrayendo los momentos muertos de nuestro día a día cotidiano y condensando sólo los dramáticamente potentes en mi teatro. Es un choque de energías, y para que se valorice tiene que haber también descanso. Si alguien cree que el método es apurarlo todo, no. A los actores siempre les digo “no se apuren, sólo reaccionen cuando deben”. Eso sí, frente a hechos dramáticamente potentes no acaban las frases: eso se parece a la vida y me permite como espectador sentir que estoy frente a una escena obscena que no debería ver. A eso se le suma que la crisis me permi- tió generar una estética y una preocupación por las cosas fundamentales en el teatro, centrarme en los actores. He llegado a usar en cinco obras distintas la misma escenografía y ninguna recuerda a la otra.
¿Ha creado escuela aquí? Mucha gente me lo dice. Abro puertas para que otro se asome y encuentre otras puertas. Pero las abro por descuido. La única preme- ditación es encontrar puertas, puertos a los que llegar, nuevos. Caminar hacia lugares que desconozco. Cuando caminas en el terreno artístico estás a ciegas, y si no, puede que hagas algo bien hecho que guste a la gente, pero te estás perdiendo descubrirte a ti mismo con la creación.
Ha versionado obras de Ibsen y Chéjov. ¿Y Shakespeare? Lo que dice Chéjov lo puedo decir hoy yo, se ocupó del alma del hombre, las miserias y virtudes, con mucho amor e inteligencia. Era buena gente. Con Ibsen ya me he peleado un par de veces y he transformado las obras. No estaría contento si las viera. De Shakespeare dicen que es nuestro contemporáneo y yo no lo siento teatralmente. Me caben más las entidades íntimas, psicológicas, que las épicas.
¿Como ‘Bona gent’? La protagonista es alguien que defiende su lugar. Mal, porque casi no lo tiene, socialmente hablando. Ha perdido el trabajo de cajera en un supermercado y llega a implorar que le rebajen el sueldo para seguir. Tiene una hija mayor subnormal con la que no se puede comu-
nicar. Una vida tremenda. Y pese a eso, hay momentos muy humorísticos y también vulnerables. Hay mucha humanidad, son personajes corpóreos. La obra me la dieron en el 2011 y no resonaba tanto como ahora, y eso es por la perversión financiera. Y por dónde queda la humanidad frente a ella.
Por cierto, ¿qué le parece el nuevo papa electo? No estoy demasiado ligado a la Iglesia, aunque a veces me dan envidia los creyentes, esa pasión y esa posibilidad de creer, que es lo que quiero en el público. Somos un poco religiosos cuando hacemos teatro. Es mi contacto con la religiosidad, querer hacer creer al- go que no es verdad y que todos comulguen con eso. El sentimiento religioso tiene que ver con la creación. Pero un papa que no es progresista desde el punto de vista humano... creo que hay una contradicción muy grande entre querer al ser humano y no querer que piense por sí mismo.