Novedades modernistas
El Museu del Modernisme Català, que acoge la colección reunida durante cuarenta años por los galeristas Fernando Pinós y María Guirao, cumple su tercer año de vida y lo celebra con la incorporación de una treintena de piezas, algunas de nueva adquisición y también donaciones, que sustituirán a otras que, por razones de espacio, volverán por un tiempo a las reservas.
¿Qué novedades encontrará el visitante que acuda a partir de ahora al centro de la calle Balmes? Pues desde una multipremiada arquilla secreter obra de los ebanistas de Casa Busquet (ganó la primera medalla de la Exposición de Bellas Artes de Barcelona en 1907) a un fragmento de reja de la desaparecida casa La Miranda de Antoni Gaudí, en Llinars del Vallès, destruida en los años sesenta para dar paso a un bloque de pisos; dos dibujos inéditos de Ramon Casas o un banco escaño con espejo y vitrina que perteneció al estudio del fotógrafo Pau Audouard en la casa Lleó i Morera.
Las sorpresas no acaban aquí. Entre los nuevos habitantes del museo privado de la calle Balmes figuran una escultura de Enric Clarasó, una arquilla realizada por Josep Puig i Cadafalch para la desaparecida casa Trinxet; y dos donaciones que tienen un gran valor simbólico. Se trata de una escultura en terracota titulada En el ball. Ai, infeliç la que neix bonica!, de Rafael Atché (la ha donado Félix Daza), y un retrato de Puig i Cadafalch, obra de Josep Maria Recoder, dona- do por Alfonso Alcolea.
El Museu del Modernisme Català acogió el pasado año 13.487 visitantes (3.000 menos que en el 2011), de los que un 53% fueron extranjeros, siendo los franceses el grupo que más interés ha mostrado en una colección formada por alrededor de 400 piezas, de las que únicamente 300 están expuestas.