España podría aportar unos 1.300 millones en el paquete de ayudas
El problema chipriota no implica sólo a los titulares de depósitos: aquí tendrán que intervenir todos los miembros de la UE-17. Las primeras estimaciones de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona hablan de un rescate total de 10.000 millones, cantidad que cargaría a España con un 12,81% (alrededor de 1.300 millones).
“Nos toca el 12% de todos los rescates –ha declarado en estos días Luis de Guindos, ministro de Economía–. Aunque existen otras cosas que no son sólo la aportación económica. Está la ne- cesidad de garantizar la estabilidad de la zona euro”.
Sólo otros tres países, como Alemania (29,22%), Francia (21,95%) e Italia (19,28%), aportan más que España al fondo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), en vigor desde julio del año pasado, cuyas ayudas tienen forma de préstamo: el mecanismo presta los 10.000 millones a Chipre y, en caso de impagos, son cada uno de los países miembros quienes deben asumir las pérdidas de una forma proporcional.
Pese a que las primeras cifras hablan de un préstamo de 1.300 millones (en el caso español), la cantidad es aún muy relativa. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también debería aportar una parte en el paquete del Mede, cantidad que a día de hoy se ignora. E Irlanda, Portugal y Grecia, tres países rescatados hasta ahora, no están obligados a aportar nada. Así que los 1.300 millones de España van a bailar.
El rescate a Chipre es el más ligero de los que se han practicado hasta ahora, algo lógico, dadas sus reducidas dimensiones.
Grecia fue la primera en verse rescatada. Ocurrió en mayo del 2010, en dos tandas, por un total de 240.000 millones. El episodio fue particularmente sangrante para Atenas, forzada a aplicar recortes salariales draconianos y su- bidas de impuestos vertiginosos. Irlanda, en noviembre del 2010, recibió asistencia financiera por 85.000 millones, a devolver en tres años. A Portugal se le concedieron 78.000 millones en mayo del 2011: se privatizaron empresas y se congelaron salarios. En junio del año pasado, se abrió una línea de crédito de 100.000 millones a los bancos españoles. Ahora va Chipre.