La Barcelona ‘emprenyada’
Las audiencias públicas y plenos de distrito dan rienda suelta al malestar vecinal por la crisis, proyectos urbanísticos o recortes sociales
Hay una Barcelona que no está satisfecha y se hace oír. No forma parte de los buenos resultados obtenidos en la Encuesta de Calidad de la Ciudad 2012 que se presentó la semana pasada. Está enfadada y muestra su malestar en los órganos de representación más cercanos. No acude a la plaza Sant Jaume, donde la mayor parte de los colectivos afectados por la crisis dan rienda suelta a sus protestas. Estos barceloneses protestan en los consejos de plenario del distrito y en las audiencias públicas, donde están presentes los concejales y donde los vecinos pueden exponer sus quejas. Los motivos son de lo más variados: recortes en educación, sanidad, proyectos urbanísticos que se enquistan o que no satisfacen sus aspiraciones...
Sin ir más lejos ayer por la tarde dos manifestaciones simultáneas se dieron cita en el distrito de Sants-Montjuïc. El punto de llegada de las dos era el mismo, la sede del distrito donde se celebra- ba la audiencia pública. El grupo más numeroso fue el de los vecinos Sants-Badal que protestaron por el posible cierre –han habido tres amenazas anteriores que no se han cumplido– del Centro de Atención Primaria de Carreras Candi. Este equipamiento da servicio a 11.000 vecinos, muchos de ellos personas mayores, como señala Josep Mediavilla, presidente de la entidad de barrio. “Nos quieren trasladar al CAP de Sants que está más lejos y en el que no cabemos todos. Por eso, protestamos en la audiencia pública pero no queremos paralizarla” asegura. Josep explica que no están detrás de ningún partido político, aunque sí buscan apoyos para conseguir su objetivo. De momento todos los grupos, incluso CiU, están a favor de sus reivindicaciones.
En su marcha por las calles de Sants se les unieron los vecinos de la Marina de la Zona Franca. Su protesta está motivada por el retraso continuado de la entrada en servicio de la L9 del metro. Una portavoz de la Unión de Entidades del Barrio de la Marina critica que se priorice el ramal del aeropuerto para dar servicio a los turistas en “detrimento de las necesidades de los vecinos de la Zona Franca”.
En Nou Barris, la semana pasada, la concejal Irma Rognoni tu- vo que abandonar la reunión escoltada por agentes de la Guardia Urbana. Doscientos vecinos, a la misma hora que se jugaba el Barça-Milan, acudieron a la audiencia pública blandiendo platos de plástico para reclamar: “Queremos comer”. Pero la reclamación pacífica derivó en gritos y las cosas se torcieron. Rognoni decidió finalmente suspender la sesión.
Nou Barris es una de las zonas más castigadas por el paro y los desahucios y tiene una larga tradición de movimientos vecinales. Tanto es así que hace unos meses
En Nou Barris. la semana pasada, la concejal del distrito tuvo que abandonar la sesión plenaria
todas las entidades se unieron para redactar el manifiesto: “Nou Barris cabreada dice basta”. Desde la Coordinadora de Asociaciones y Entidades de Nou Barris, Albert Recio explica que la audiencia pública es el lugar donde los vecinos pueden intentar incidir en las decisiones municipales y exponer sus críticas y considera normal ciertas fricciones. “La situación del barrio es dramática y el malestar y la tensión también se traslada a estas reuniones, pero la sangre no llega nunca al río”, explica.
Lo cierto es que estas reuniones de distrito estaban en horas bajas. “Cada vez venía menos gente a ellas, pero ahora cuando hay un tema candente la sala se queda pequeña”, explica Lluís Rabell, presidente de los vecinos de la Dreta de l’Eixample. En este distrito reina últimamente cierta tranquilidad. No es así en Gràcia, donde la Plataforma Defensem el Park Güell ha llevado sus protestas contra la propuesta municipal de hacer pagar a los visitantes del parque para limitar el aforo. Los integrantes de esta plataforma ya han recogido más de 48.000 firmas a través de la página web Change.org. Aunque en el distrito la opinión sobre este asunto está divida, los vecinos de la Salut creen positivo controlar la zona monumental.
Las protestas también han llegado a la casa gran. En la última comisión de Hábitat Urbano vecinos de la Esquerra de l’Eixample paralizaron la reunión para protestar por el parque de limpieza de las calles València, Rocafort y avenida Roma.