El PP teme por la liquidez municipal, que el gobierno Trias cree asegurada
El PP de Barcelona elevó ayer su alerta por la posible pérdida de solvencia del Ayuntamiento de Barcelona. Una solvencia que, a las pocas horas, fue ratificada por la teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens, quien contestó rebatiendo cifras que el PP aportó como oficiales. Alberto Fernández Díaz atribuye este riesgo, sobre todo, a los impagos y la deuda creciente de la Generalitat y teme que, en el plazo aproximado de un año, se pueda cruzar a una “línea roja”: que el Ayuntamiento no pueda garantizar servicios municipales.
La pesimista previsión del presidente del grupo municipal fue rebatida por Recasens con cifras diferentes. Así, según el PP, en los dos últimos años, el remanente de tesorería del Ayuntamiento ha pasado de 232,3 millones de euros (31 de diciembre del 2010) a 148,7 millones (cierre del 2012). Sin embargo, Recasens señaló que “el remanente de tesorería, a finales del 2012, era de 381 millones” (más de dos veces y media de lo que afirma el PP). La liquidez del Ayuntamiento, en este sentido, sería mayor que la de un año antes, cuando el remanente era de 270 millones.
La disparidad de estas cifras deberá aclararse pronto. Recasens explicará mañana la liquidación del presupuesto del 2012, que después tiene que ser debatida y aprobada en el plenario.
Fernández Díaz destacó también el hecho de que el saldo de dudoso cobro ha pasado de 390 millones (en el 2011) a 583,8 millones al cierre del 2012. No toda esta cantidad de dudoso cobro proviene de la Generalitat, pero sí una buena parte, unos 132 millones de euros correspondientes al 2012. La deuda total de la Generalitat al Ayuntamiento, en diciembre, era de 226 millones de euros, según Recasens. La teniente de alcalde rebate al PP que “la provisión de 132 millones de euros pendientes de la Generalitat no quiere decir renunciar a cobrarlos, sino que significa trabajar con rigor presupuestario”.
La deuda de la Generalitat con el Ayuntamiento viene sobre todo por el impago de obligaciones derivadas de convenios de salud y de servicios sociales. Fernández Díaz dijo que “no podemos permitir por más tiempo que la Generalitat torpedee la estabilidad de la ciudad”. Recasens reprochó al PP sus “declaraciones interesadas” y señaló que, además de conseguir el equilibrio presupuestario, el Ayuntamiento cerró el 2012 con un ahorro bruto del 19,1%, muy por encima del 5,1 del liquidado un año antes.