El fiscal pide hasta 25 años para unos atracadores que asesinaron a un joyero
La Fiscalía pide penas de hasta 25 años de cárcel para cuatro presuntos atracadores, acusados de asesinar de una puñalada a un joyero que se enfrentó a ellos en el asalto de su tienda, en el distrito de Sant Martí de Barcelona.
En la Audiencia de Barcelona comenzó ayer el juicio contra los cuatro presuntos implicados en el asalto. Los supuestos autores materiales, Sergi I. y Edgar R., afrontan penas de hasta 25 años, y Wilber Alexis C. y Eric O., penas de 21 por los delitos de asesinato y robo con violencia.
El atraco ocurrió el mediodía del 16 de octubre de 2010 en una joyería de la calle Guipúscoa y disparó la alarma sobre los robos violentos en Catalunya al coincidir en el tiempo con los asaltos mortales a una panadería de Barcelona y a una entidad bancaria de Cambrils. Según mantiene el fiscal, en un plan concertado por los cuatro acusados, Wilber Alexis C. entró en la joyería fingien- do ser un cliente para conseguir que el dueño le abriera la puerta, lo que permitió acceder al local a Sergi I. y Edgar R. Estos, que iban cubiertos con cascos de motorista, irrumpieron en el local armados con un puñal y obligaron a tirarse al suelo a su supuesto cómplice, Wilber Alexis C., antes de exigir al joyero que abriera su caja fuerte.
El joyero se enfrentó a los dos presuntos atracadores y roció la cara de Sergi I. con un aerosol de defensa personal, lo que motivó que el procesado le clavara mortalmente en el pecho el puñal que llevaba. Los procesados se apoderaron supuestamente de las joyas que encontraron en el establecimiento, valoradas en 33.760 euros, mientras Wilber Alexis C. permaneció en la tienda hasta que llegó la policía.
El fiscal acusa a Eric O.J. de ha- ber participado en la planificación del atraco, dado que fue el que presuntamente llamó a Wilber Alexis C. para indicarle lo que debía hacer, así como comunicarle la hora y lugar del atraco.
En su declaración en el juicio,
El crimen coincidió con asaltos mortales a una panadería y un banco y disparó la alarma social
sólo Wilber Alexis C. reconociendo que aceptó participar en el asalto, lo que le propuso la expareja –menor de edad– de uno de los acusados, pero ha insistido en que nunca pensó que se tratara de un atraco a mano armada. Ser- gi I. negó cualquier relación con el atraco y acabó incriminando en el asalto a un familiar suyo de origen ruso que, según su versión, el día del asalto le cogió prestados el teléfono móvil y las zapatillas de deporte, mientras él permanecía todo el día en casa. De esa forma, el procesado ha tratado de dar una explicación exculpatoria a los informes de la policía científica, que encontró huellas compatibles con la suela de unas zapatillas suyas en la joyería y constataron la presencia de su teléfono en las cercanías de la tienda la mañana que ocurrió el asesinato.
Contradiciendo anteriores declaraciones, Edgar R. se desvinculó del atraco y alegó que los Mossos le presionaron para que se autoinculpara. También Eric O., implicado por el resto de procesados, negó cualquier relación con la planificación del atraco.