Al fin... estimulante
La Gustav Mahler Jugendorchester fue fundada hace más de 25 años en Viena por Claudio Abbado, que es aún su director titular; años de ilusiones cuando también se creó en España la Jonde con Edmon Colomer. Abbado dirige el día 22 su Orquesta Mozart en Zaragoza, con la Pires, y aquí acabamos de tener a su orquesta de jóvenes, con un veterano director y un pianista mediocre (en sus ambiciones internacionales). Supongo que hay que bajar los costes, pero no creo que Palau 100 sea ciclo para albergar estas propuestas. El Concierto n.º 4 de Beethoven resultó apagado, de fraseo nada elocuente, acompasado, y lo peor, un pianista con promoción internacional pero con un discurso rígido, sin matices ni volumen en el sonido plano, sin diálogo con la orquesta. Resultó una versión global anodina,
Lo que hizo el concierto estimulante fue la versión de la Séptima Sinfonía de Beethoven; por ello y por constatar que también podemos: numerosa presencia de músicos españoles en esta orquesta. A ver si tomamos nota y si se enteran en la Unión Europea de lo que ha significado la inversión en educación que están deteriorando. La Séptima fue estupenda, con un trabajo muy sistemático por parte del gran Blomstedt, director de probada expe- riencia, aliado al sonido brillante de sus orquestas americanas, y que logró una notoria claridad en la exposición, en la alternancia de las secciones, con un concepto del ritmo nada pesante, siempre hacia arriba por la vitalidad de la continuidad de la frase, aunque no es director de fraseo largo y sostenido, sino lo contrario. Entre las buenas percepciones, un excelente oboe portugués, y vientos relevantes, con una cuerda con algún pasaje dudoso, pero intensa y homogénea.