Renta Corporación entra en concurso y crea un nuevo agujero al banco malo
La inmobiliaria quiere seguir, aunque despedirá a más de la mitad de la plantilla
Todo el pasivo, de 186 millones de euros, está en manos de la Sareb, cinco grandes bancos y Hacienda
El consejo de administración de Renta Corporación aprobó ayer presentar de inmediato concurso voluntario de acreedores de la compañía y de sus filiales RC Real Estate, RC Finances y RC Core Business, con un pasivo conjunto de 186 millones de euros. El consejo, según avanzó ayer La Vanguardia, optó por el concurso ante la imposibilidad de llegar a más acuerdos bilaterales con la banca para saldar su deuda con daciones en pago.
El concurso de Renta deja un nuevo “agujero” al banco malo o Sareb, principal acreedor a partir de créditos procedentes de Bankia y del Banco de Valencia, por valor de unos 50 millones de euros. La Sareb aseguró ayer en un comunicado que junto con el resto de bancos acreedores ha estado “trabajando hasta el último momento para evitar este desenlace” y buscará ahora todas las alternativas posibles. Tras la Sareb, el resto del pasivo se reparte entre cinco bancos (Popular, ING, Deutsche Bank, Caixa Geral y CaixaBank) y la Hacienda pública, acreedora por el IVA de las operaciones de venta de inmuebles a la banca de las daciones en pago, por valor de 23 millones de euros. La deuda con proveedores es apenas de un millón de euros. La poca predisposición de estas entidades financieras a aceptar saldar sus deudas con la cesión de activos y el rechazo total de Hacienda no han dejado a la inmobiliaria más opción que el concurso.
Fuentes financieras explicaron que los bancos nacionalizados traspasaron a principios de año sus créditos con Renta a Sareb con un descuento de cerca del 46% sobre el valor nominal, un diferencial que podría bastar para que el concurso de acreedores no le generara pérdidas.
Fuentes inmobiliarias aseguraron que la decisión de Renta Corporación de presentar concurso se ha visto precipitada por las dificultades de tesorería. La firma, que obtuvo un beneficio de 3,6 millones el año pasado (gracias principalmente al margen generado por las daciones de activos a la banca para saldar deudas), no dis- ponía de fondos para acometer la rehabilitación de inmuebles (la base de su modelo de negocio), con lo que generaba menos valor añadido en su intermediación y reducía por tanto sus propios ingresos. Finalmente, además, en los últimos meses se ha sufrido la ruptura de varias compraventas de las que dependía su tesorería.
Renta Corporación señaló ayer en un comunicado que la presentación del concurso “además de cumplir un deber legal es una me- dida para viabilizar la compañía y el grupo, y la mejor alternativa para proteger los derechos de todos sus acreedores”. La inmobiliaria asegura que presenta un concurso de continuidad, no de liquidación, y prevé que “sea una etapa transitoria” que no interrumpa la actividad de la compañía. Sin embargo, Renta, con una plantilla de 46 personas, anunció que va a presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para más de la mitad de la plantilla.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió ayer suspender la cotización de la acción tras conocerse el propósito del consejo de presentar concurso. La compañía (que cerró el lunes en 0,57 euros por acción) confiaba ayer en poder levantar la suspensión en las próximas horas. Los principales accionistas de la firma son su presidente, Luis Hernández de Cabanyes (39%), Blas Herrero (10%) y el grupo aragonés Willcox (5%).
El concurso de Renta disparó la volatilidad de las inmobiliarias en bolsa: ésta es la segunda inmobiliaria que presenta concurso en las últimas semanas, tras Reyal Urbis, mientras que Realia está también negociando refinanciar su deuda con la banca, y aplazarla hasta el 2015.