Encuentro ecuménico
Francisco pide no reducir al hombre sólo a lo que produce y lo que consume
El Papa prometió ayer continuar con vigor el esfuerzo ecuménico y el diálogo interreligioso y recibió a representantes de las iglesias cristianas no católicas y de otros credos.
El papa Francisco prometió ayer continuar con vigor el esfuerzo ecuménico y el diálogo interreligioso. Un día después de la ceremonia de inicio de su ministerio petrino, el nuevo obispo de Roma recibió a representantes de las iglesias cristianas no católicas, a líderes judíos, musulmanes y de otros credos. El encuentro tuvo lugar en la sala Clementina del Palacio Apostólico, decorada con frescos renacentistas.
Jorge Mario Bergoglio dedicó una atención especial a los patriarcas ortodoxos, para visualizar el estrecho acercamiento que se ha producido en los últimos decenios, también bajo el pontificado de Benedicto XVI. El Papa se entrevistó en privado con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y con el patriarca metropoli- tano de Moscú, Hilarión. Luego, en la audiencia conjunta, Bartolomé I fue el único en hablar, además del Sumo Pontífice. El patriarca de Constantinopla, en un perfecto italiano, dijo que debe hacerse “creíble” el testimonio cristiano a través de “la unidad de las iglesias”, para afrontar mejor la crisis económica global y “las tendencias mundanas” que reducen la vida sólo al horizonte terreno. El líder ortodoxo elogió la labor de Bergoglio como cardenal en Buenos Aires y la calificó como “un largo y estimado ministerio como buen samaritano en América Latina”.
En perfecta sintonía con Bartolomé I, a quien llamó “mi hermano Andrea”, el Papa insistió en el papel crucial de las religiones para “no permitir que prevalezca una visión de la persona humana de una sola dimensión, según la cual el hombre se reduce a aquello que produce y a aquello que consu- me”. “Esta es una de las insidias más peligrosas de nuestro tiempo”, subrayó.
A los representantes hebreos el Papa les dijo que los católicos sienten “un especialísimo vínculo espiritual” con el pueblo judío. Por la tarde, el obispo de Roma recibió en audiencia privada a Claudio Epelman, del Congreso Judío Latinoamericano.
No faltaron unas palabras del Papa para los huéspedes musulmanes, “que adoran un único Dios, vi- viente y misericordioso, y lo invocan en la plegaria”.
Dirigiéndose a los invitados, entre los que también había sijs, budistas y de otros credos, el Papa recalcó que “la Iglesia católica es consciente de la importancia que tiene la promoción de la amistad y del respeto entre los hombres y mujeres de diversas tradiciones religiosas”. Entonces levantó la vista del papel que estaba leyendo y dijo, en un tono aún más firme: “Esto quiero repetirlo, la promoción de la amistad y del respeto entre hombres y mujeres de diversas tradiciones religiosas”. El Pontífice re- cordó la responsabilidad común “ante la Creación, que debemos amar y custodiar” y la influencia positiva de las religiones para la justicia, la reconciliación y la paz.
En la apretada agenda del Papa se incluyó una entrevista con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. La reunión se centró en los preparativos de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se celebrarán del 23 al 28 de julio en Río de Janeiro. Ya se especula con que Jorge Mario Bergoglio pueda aprovechar la oportunidad para una breve extensión a Argentina y visitar así su país.
El patriarca ortodoxo Bartolomé I califica a Bergoglio como “un buen samaritano de América Latina”